• El experto en comunicación política Pedro Marfil descarta que una quinta formación nacional pueda acaparar el voto del descontento
  • Los usuarios de la comunidad rechazaron fundar el partido cuando su impulsor solicitó donaciones para fundarlo
Forocoches en el Congreso

Si tecleas en Google las palabras “Forocoches partido” puedes encontrar hasta 610.000 resultados de noticias que aparecieron a principios de octubre en los medios de comunicación sobre la posibilidad de que la comunidad de usuarios más grande en español pudiese llegar a materializarse en una candidatura a las elecciones al Parlamento Europeo de 2019.

La idea partió de un usuario que “no había tenido mucha relevancia ni actividad”, en palabras del fundador de Forocoches, el palentino Alejandro Marín. Lo cierto es que el revuelo que se generó en Internet sólo es comparable cuando el foro apoyó al deslenguado rapero valenciano John Cobra en las galas previas camino de Eurovisión que organiza TVE.

A los pocos días todo ese revuelo político, mediático y viral quedó en agua de borrajas, según adelantó El Confidencial Digital, cuando el impulsor de la iniciativa empezó a pedir donaciones de cinco euros para hacer realidad la formación de un partido político. Los usuarios le acusaron de querer estafarles y bloquearon su acceso al portal.

El creador del foro, que presume de tener más de siete millones de usuarios únicos, reconoce que no le interesa la política y que nunca hubiese encabezado una lista electoral aunque los participantes de Forocoches se lo pidiesen. “El humor lo veo bien para los humoristas, pero a nivel interno la política debería ser algo serio, sin enfrentamientos y con colaboración de todas las ideas, algo que no ocurre, por eso no me interesa”, sentencia Marín. Ajeno a la repercusión que despertó la idea, cree que la comunidad fuera de Internet no puede llegar a tener la influencia de ciertas campañas que han partido del foro más leído de España.

En Europa ya existen experiencias que de la sátira a la clase política han hecho hecho su bandera

Aunque el intento quedó en eso, en intento, la idea de formar una organización política satírica que se ría de la clase política ya ha triunfado en Alemania y en otros países europeos. El partido germano Die Partie, fundado por los editores de la revista Titanic, llegó al Europarlamento en las elecciones de 2014. En Italia, el Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo, aunque con un programa basado en el medio ambiente y la democracia directa además de la denuncia de la corrupción, también ha conseguido representación parlamentaria en Europa, la Cámara y el Senado italiano e incluso gobiernan en las ciudades de Milán y Turín. La parodia también ha llegado hasta Hungría, donde la campaña del Partido del Perro con Dos Colas (MKKP, en sus siglas en húngaro) contra la política del primer ministro Viktor Orbán le atragantó a éste el referéndum sobre la aceptación de los refugiados en el país centroeuropeo.

Pero, ¿sería posible una formación satírica en España como lo que pretendía Forocoches? Para Pedro Marfil, gerente coordinador de la Asociación de Comunicación Política, podría llegar a aparecer, pero sería muy complicado que tuviese representación parlamentaria. “La desafección con la clase política en España tiene en Podemos y en Ciudadanos sus dos actores principales, por tanto más formaciones con las mismas ideas es difícil que se den”, remarca el profesor de la Universidad Camilo José Cela.

LOS ANTECEDENTES DEL POPULISMO

En la joven democracia española todavía no ha habido partidos satíricos como tal, pero sí ha habido experiencias populistas mucho antes de que Ínigo Errejón y Pablo Iglesias apelasen a la gente. Tres empresarios conocidos probaron suerte en el terreno político, pero sólo dos pudieron llegar a convertir sus argumentos en sillones: Jesús Gil y José María Ruiz-Mateos lo consiguieron y Mario Conde en dos ocasiones lo intentó, la primera con el Centro Democrático y Social (CDS) en el 2000 y la segunda en el Parlamento de Galicia con las siglas Sociedad Civil y Democracia en el 2012.

El historiador Xavier Casals define al GIL, Agrupación Ruiz-Mateos y las experiencias políticas de Mario Conde como "populismo protestatario"

El historiador catalán Xavier Casals engloba a estos tres personajes y sus experiencias políticas dentro de lo que él denomina “populismo protestatario”. El que fuese número dos del magnate de Rumasa en el partido Agrupación Ruiz-Mateos y eurodiputado entre 1989 y 1994, Carlos Perreau de Pinninck, niega tal comparación. “Nuestra formación se basaba en la defensa de los intereses de Rumasa frente a la injusticia que cometió el Gobierno socialista al expropiar el grupo, no teníamos más pretensiones ni un programa completo en sanidad, educación o agricultura, como sí fue el caso del GIL y las experiencias de Conde”, explica.

El que fuese, además, yerno del empresario andaluz apunta que para que se vuelva a repetir una experiencia parecida el partido debería seguir un plan y tener unos objetivos claros, más allá de la broma con el resto de organizaciones. “Aunque en las europeas la gente suele votar más a la ligera, nosotros teníamos un líder, una estructura, un presupuesto importante, presencia en los medios de comunicación... No es tan fácil como pueda parecer”. Para concluir, Perreau de Pinninck apunta claro: “Internet no es la sociedad, es una parte y esto siempre hay que tenerlo en cuenta”.

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