MADRID, 16 NOV. (Bolsamania.com/BMS) .- Christian Noyer, el gobernador del Banco de Francia, ha contestado con ironía a The Economist, en cuya edición de esta semana aseguraba que su país es la “bomba de relojería”. El banquero galo ha respondido así: “The Economist es una de las mejores publicaciones del mundo y nos gusta mucho, porque es sumamente británico, pero nunca se preguntan cuál es el futuro del Reino Unido”.

Después de la “broma”, Noyer se ha limitado a “responder con seriedad”, y afirmar que “no son muy diferentes de los demás”: “El trabajo debe hacerse con todos y cada uno de los países de la Unión Europea. Todos debemos hacer los deberes”, ha concluido en su intervención en la Convención Anual Financiera 2012 de la Asociación de Mercados Financieros.

Sobre Francia en concreto, Noyer ha reconocido que "no estábamos todo lo bien que deberíamos estar" y que las medidas que se tomen ahora serán críticas.

¿ES FRANCIA LA MAYOR AMENAZA AL EURO?

Los políticos franceses no han tardado en mostrar su indignación al artículo de The Economist titulado “La bomba de relojería en el corazón de Europa. Por qué Francia se podría convertir en la mayor amenaza a la ‘moneda única’”. La publicación reconoce que hay una “pausa temporal en el colapso del euro”, pero advierte que Francia es un problema debido a la falta de reformas serias que promueve el presidente galo, François Hollande. El periódico británico concluye que si Hollande no toma pasos concretos para solucionar los problemas del país, “la crisis podría llegar tan pronto como el año que viene. Las turbulencias anteriores en la divisa europea muchas veces han comenzado en un lugar sólo para terminar asaltando a Francia y esta vez, también, Francia, en vez de Italia o España, podría ser el lugar donde se decide el futuro del euro. Sr. Hollande, no tiene mucho tiempo para desactivar la bomba de relojería en el corazón de Europa”.

Las críticas de los políticos franceses no han tardado en llegar. “Sinceramente, The Economist nunca se ha conocido por su imparcialidad”, ha declarado el ministro de Industria, Arnaud Montebourg. El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, también ha criticado al rotativo. “Estamos hablando de un periódico que recurre al exceso para venderse. Puedo decir que no impresiona a Francia en lo más mínimo,” ha dicho.

J.M./M.G.
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