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Range Rover Evoque 2013, un 4×4 de referencia

 Range-Rover

Si sois un incondicional de Land Rover y que buscáis un coche que corresponda a vuestras aspiraciones, el Range Rover Evoque 2013 os está esperando…

Una personalización extrema del vehículo

El Range Rover Evoque 2013 se concibe como un coche único. Un coche que no corresponde más que a su propietario. Para esto existe una multitud de posibilidades de personalización del vehículo. Entre las pinturas externas, se puede escoger entre los colores más neutros, como el gris, el arena, o el negro, y los más atrevidos, como el rojo. Ciertamente, no tendréis problemas a la hora de elegir el color de la chapa del vehículo.

La variedad se multiplica igualmente en los elementos externos, correspondientes al prestigio de la marca: retrovisores regulables y movibles eléctricamente, faros alógenos, y en opción, ventanillas traseras ahumadas, faros delanteros xenon, yantas de aleación que van de 17 a 19 pulgadas, techo panorámico. La elección es bastante amplia.

En el interior de este Range Rover Evoque 2013, el cuero es el elemento más sofisticado, y se puede escoger entre los colores almendra, gris, o negro, y un acabado en aluminio, satinado o texturado.

Potencia asociada a seguridad

Gracias a su último motor turbodiesel 2,2 litros desarrollando 150 caballos, podéis alcanzar unos buenos rendimientos al volante del 4×4, con una acelaración de 0 a 100 km/h en 11 segundos, y grandes economías de carburante: 6l/100 km en ciudad, y 4,5l/100 km en ciclo extra urbano.

El Range Rover Evoque versión 2013 presenta una serie de mejoras tecnológicas punteras, como el ABS, el EPS, el habitáculo reforzado y el sistema de tracción y de estabilidad que ofrecen una manejabilidad y una seguridad máximas. De esta forma, la serenidad de la conducción va de suyo.

Responsabilidad con el entorno

Finalmente, el Range Rover Evoque 2013 participa en el programa «Nuestro Planeta». De esta forma las emisiones de CO2, residuos y agua para la fabricación y participación en proyectos humanitarios y de conservación contribuyen a respeto por nuestro universo.

Foto – Carqe