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El monumento al SEAT 600 en Fuengirola

Si alguna vez recorres el paseo marítimo de la localidad de Fuengirola, en la provincia de Málaga, te vas a topar con una curiosa estatua: un memorial en piedra que rinde homenaje a uno de los vehículos más icónicos de la historia del automóvil en España: el monumento al SEAT 600.

La estatua fue erigida en el año 2008 para honrar su historia, vinculada muy estrechamente a los años de desarrollo económico de España, y también para que los más jóvenes conozcan cuál era el aspecto de aquel mítico coche del que tanto han oído hablar a sus padres y abuelos: el Seiscientos, también llamado Ombligo, Pelotilla, Seílla o Seíta.

El SEAT 600, presentado por primera vez en Ginebra en el año 1955, fue la interpretación española del Fiat 600 italiano. Fue lanzado en e mercado español por primera vez en 1957 y se mantuvo en producción durante 16 años, llegando a venderse casi 800.000 unidades.

Este pequeño coche se convirtió en todo un símbolo de la España del tardofranquismo, un vehículo pequeño y con muchas limitaciones, pero económicamente asequible y muy querido. Sin embargo, la evolución de la industria del motor fue evolucionando y dejándolo atrás. El 3 de agosto de 1973 se puso fin a la producción del SEAT 600. Los trabajadores de la factoría de la marca en la Zona Franca de Barcelona lo despidieron con una emotiva pancarta donde se leía: «Naciste príncipe y mueres rey«. Y efectivamente así había sido.

Se estima que en nuestro país aún existen unos 7.000 SEAT 600 en circulación. Parece una cifra exagerada, pero la cantidad de estos modelos que se dan citas en los encuentros promovidos por los diferentes clubs a lo largo y ancho de la geografía española dan fe de ello.

Sin embargo, lo cierto es que cada vez es más raro ver a un Seiscientos aparcado en la calle o rodando por carretera. Siempre tendremos, sin embargo, su pétreo monumento esperándonos en Fuengirola.

*Hay que señalar que existe al menos dos monumentos como este en otras dos localidades españolas: Churiana de la Vega (Granada) y Martos (Jaén).

Fotos – La Opinión