"La respuesta de la Fed a la alta inflación provocará una recesión en EEUU en 2023"

Los expertos de Rabobank creen que este año podrá evitarse debido a la solidez del consumo

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Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed).

Las perturbaciones negativas de la oferta relacionadas con el Covid-19, como los confinamientos en China, y la invasión rusa de Ucrania y la consiguiente lluvia de sanciones occidentales, entre otros, están lastrando a la economía estadounidense, que se contrajo en el primer trimestre de este año. En este contexto de elevadísima inflación, la Reserva Federal (Fed) ha comenzado a actuar y el pasado marzo subió los tipos de interés por primera vez desde diciembre de 2018, un alza que se duplicó en la reunión de mayo del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas inglés) y que será el camino a seguir en las próximas reuniones, divisándose incluso unas subidas de tipos más rápidas de lo inicialmente previsto.

El banco central estadounidense, con Jerome Powell al frente, se ha comprometido a “tomar todas las medidas necesarias” para lograr la “esencial” estabilidad de precios y devolver la inflación hasta el objetivo del 2%. Con todo, Powell no ha sido capaz de prometer un aterrizaje suave para la mayor economía del mundo, esto es, lograr domar la inflación sin provocar una recesión. “Será un reto. Nadie piensa que vaya a ser fácil. Es bastante difícil lograr que se mantenga la fortaleza del mercado laboral mientras se vuelve a una inflación del 2%”, señaló hace poco el banquero central, aunque reconocía que “hay caminos” para llegar a esto.

Si bien algunos analistas como los de Oxford Economics creen que hay un número de dinámicas que le darán a la Reserva Federal la oportunidad de luchar por un aterrizaje suave de la economía, otros expertos no son tan optimistas. Es el caso de Rabobank, ya que el banco neerlandés cree que, si bien es posible que EEUU evite una recesión este 2022 debido a la solidez del consumo y la inversión, se ha iniciado una espiral de precios y salarios que será complicada de detener sin que la Fed lleve a la economía estadounidense a una recesión en 2023. “Incluso si Estados Unidos es capaz de absorber las perturbaciones exógenas del lado de la oferta, como el boicot europeo al crudo ruso, estas podrían arrastrar a la economía estadounidense a la recesión antes de que la Fed termine de subir los tipos”, explican.

ACABAR CON LA ESPIRAL SALARIOS-PRECIOS

Rabobank señala que la principal amenaza endógena para la economía norteamericana es la espiral de precios y salarios. En este sentido, subrayan que la Fed, quien ha admitido que ha esperado demasiado para hacer frente a la inflación, cree que debería ser posible recuperar la inflación objetivo del 2% solo con un ligero aumento del desempleo y un descenso sustancial de las vacantes de empleo, pero la probabilidad de conseguirlo es “muy pequeña” para estos analistas”.

“El tipo de interés oficial es un instrumento muy contundente para dirigir la economía y funciona con un retraso considerable. Además, funciona por el lado de la demanda, mientras la economía experimenta una serie de perturbaciones negativas de la oferta”, indican desde Rabonbak, quienes explican que que para conseguir esto se requieren “políticas activas del mercado laboral, como la formación y el apoyo a la búsqueda de empleo”, algo que está “fuera del alcance de la Fed y son prerrogativa de los gobiernos federal, estatal y local”.

“Por lo tanto, para romper la espiral salarios-precios y conseguir que la inflación vuelva al objetivo del 2%, la Fed probablemente tendrá que forzar a la economía a entrar en recesión y hacer que la tasa de desempleo aumente sustancialmente”, añaden, al tiempo que subrayan que “Powell ha intentado explicar la ruta hacia un aterrizaje suave un par de veces, pero no parece creérselo él mismo”.

UNA RECESIÓN “CASI INEVITABLE”

Por lo anteriormente explicado, Rabobank cree que la recesión en 2023 es “casi inevitable” y que su llegada solo dependerá de lo que la provoque: los choques exógenos de la oferta o la reacción de la Fed a la altísima inflación. De hecho, el banco neerlandés apunta que “Estados Unidos podría estar ya en recesión”: “Después de todo, el crecimiento del PIB en el primer trimestre fue del -1,5%. Por lo tanto, si el crecimiento del PIB en el segundo trimestre también resulta negativo, ya estamos en recesión”.

Sin embargo, “esto no parece muy probable dada la solidez del consumo y la inversión”. “Además, en EE.UU. las recesiones las determina el NBER (Oficina Nacional de Investigación Económica), que tiende a centrarse más en el crecimiento del empleo que en el del PIB y este se ha mantenido fuerte”, añaden.

Mientras que la economía estadounidense puede ser lo suficientemente fuerte como para crecer a pesar de los vientos en contra de una recesión en Europa, que podría llegar “a finales de 2022 o principios de 2023”, y una desaceleración en China, los analistas de Rabobank creen que la Fed “no tiene más remedio que ‘diseñar’ una recesión si la inflación sigue siendo persistente”.

“Esperamos que la Fed alcance el tipo neutral en los últimos meses de este año y que eleve el rango objetivo por encima de él a principios del año que viene”, explican. Además, estos expertos subrayan que “con los retrasos habituales de la política monetaria, esto probablemente llevaría a Estados Unidos a la recesión en la segunda mitad del próximo año”.

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