Bolsamania

Los coches de hidrógeno, una revolución en estado puro

 Hidrógeno

En los comienzos del automóvil, la carrera de velocidad apasionaba a los más locos del volante. Forzosamente, cuando la norma era el galope del caballo, que un coche pudiera correr 2 ó 3 veces más rápido, causaba sensación. Pero se trataba del siglo XIX. En 1899 un coche consiguió superar la barrera de los 100 km/h (un coche eléctrico).

Apenas 10 años más tarde, el francés Victor Hemery superó la barrera de los 200 km/h, y una generación más tarde, el británico Malcolm Campbell circulaba a más de 400 km/h, era el año 1932. Pero desde entonces, los récords de velocidad han perdido su atractivo.

Un cambio de energía puede volver a darle todo su interés. Bertone superó la barrera de los 300 km/h con un coche eléctrico en 1995, y en septiembre de 2004, el BMW establece un nuevo récord, con el carburante del futuro: el hidrógeno. 300 km/h en un coche de hidrógeno con el prototipo H2R.

H2R significa 3 cosas: H 2 Race Car, Hydrogen Record Car y también Hydrogen Research Car. Se trata de un prototipo único que fue desarrollado en 10 meses. Pero se trata de un coche 100% alemán, y Francia puede enorgullecerse de que los récords de velocidad del H2R se realizaron en ese país.

En efecto, fue en Miramas, cerca de Marsella, en el circuito donde BMW prueba regularmente sus V10 de F1, donde el H2R superó la barrera de los 300 km/h.

En cualquier caso, hay algo que choca en este prototipo H2R, y todos los que visitaron el Salón de París se pudieron dar cuenta de ello: es un coche enorme.

Ciertamente, es cierto que por razones de coste, como de rapidez de fabricación, el H2R toma algunos elementos de un BMW de serie. Y no se puede negar que su motor, una versión especial del V12 del 760i, sea un motor enorme, y que su depósito de de hidrógeno sea bastante voluminoso.

Pero con relación a un BMW serie 7, también un coche de gran tamaño, el H2R es 40 cm más largo, y 10 cm más ancho. Mientras que para ir simplemente deprisa, lo ideal sería reducir la superficie frontal, haciendo que el coche sea lo más estrecho posible.