Bolsamania

Lamborghini Aventador, por fin el Roadster

 

La larga espera finalmente se ha visto recompensada para los amantes de la marca del toro, con las primeras imágenes oficiales de la versión descapotable de su Aventador LP 700-4 coupé. Desarrollado como coupé, toda la parte superior es específica, a pesar de que sólo se le ha quitado el techo.

Desde el parabrisas hasta el capó del motor (central trasero), el diseño y las piezas son diferentes. Las dos partes de techo del tipo Targa están fabricadas con fibras de carbono, una solución mucho más estética que técnica, puesto que todos los elementos pesas en conjunto 6 kilos, y se pueden guardar en el maletero delantero.

Los alerones traseros han sido rediseñados para acoger el sistema de protección de los pasajeros, que se despliegan en caso de accidente, además de una cortavientos. Este nuevo diseño permite admirar el motor y debe facilitar el enfriamiento. El motor es de 6.5 V12 atmosférico de 700 cv, y 690 Nm, lo que le otorga una reputación exclusiva. Audi, propietario de la marca, sabe en qué sentido debe mantenerse fiel a la calidad de la marca.

El Lamborghini recuerda mucho otros modelos anteriores, que hoy en día son de culto, y es que el color de la chapa del Aventador Roadster es el azul metalizado Azzuro Thétis, que recuerda mucho al del Miura Roadster de 1968.

En cuanto al chasis, las cuatro ruedas son de tracción, con suspensiones de tipo «push rod» haciendo del modelo un super deportivo exclusivo. Para el resto, este Roadster retoma la fibra de carbono sobre un chasis, por delante y por detrás, de aluminio, limitando el peso a 1.625 kg, de la que buena parte se lo lleva el imponente V12.

Los rendimientos están a la altura de lo que se espera de un modelo de este tipo: de 0 a 100 km/h en 3 segundos, y una velocidad máxima de 350 km/h. El consumo mixto es de 16 l/100 km, es decir 370 g/km de emisiones de CO2. En cuanto al tamaño, las medidas son iguales que en el coupé Aventador, es decir 4,78 m de largo, 2,03 de ancho, y 1,13 m de alto.

La cuestión del precio de venta al público está en la friolera de 300.000 euros (sin impuestos), y todo ello para poder disfrutar del aire puro, el cielo estrellado, y el ruido del V12 atmosférico. En resumen, una experiencia única que hay que pagar…

Foto – MotorPasion