Smart Social Sicav, a contracorriente: de perder por sorpresa en 2017 a ganar por goleada en 2018

En 2017, cosechó un -9,5% cuando casi todo el mercado ganó, y este año ha ido al revés, con más de un 16%

  • Su gestor se posicionó muy bajista y hasta el 2018 la estrategia no ha empezado a dar resultados
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Smart Social SicavSmart Social Sicav, Finect

Smart Social Sicav, la primera institución de inversión colectiva (fondo o sicav) nacida íntegramente de las redes sociales, va a cerrar un 2018 de ensueño, llevando la contraria al mercado con una rentabilidad superior al 16%. Sin embargo, también en 2017 fue a contracorriente: todo el mundo ganó, pero la sicav perdió estrepitosamente, casi un -10%. ¿Por qué se ha dado la vuelta este año y cómo prevé el 2019 su gestor, Antoni Fernández?

La sicav tiene su punto de partida en la antigua Unience, una red social para inversores rebautizada hoy como Finect. Smart Social nació en febrero de 2015 y su presidente es José Sánchez Molero, aunque éste utiliza el pseudónimo de Andres Llorente en las comunidades virtuales. Un grupo de inversores variopinto, con distintas edades y procedencias, puso la primera piedra del proyecto, que hoy cuenta con 29 millones de euros en activos de 930 accionistas.

El gestor del vehículo es Antoni Fernández, quien desde GPM da las órdenes necesarias para que Inversis, donde está alojada, las ejecute. Según diversos rankings, Smart Social es la única sicav de más de 500 accionistas -por tanto, traspasable fiscalmente como los fondos- que terminaría el 2018 en positivo. A falta de cinco días para cerrar el ejercicio, suma un 16,6% de rentabilidad, según el MaB.

La estrategia de la sicav es conseguir rentabilidades absolutas independientemente de los movimientos del mercado. Es decir, ganar siempre, haga lo que haga el mercado, tanto si cae como si sube. Sin embargo, en 2017 incumplió por primera vez con sus accionistas, año donde cayó un -9,5%.

Otro reto que se marca la sicav es dar rendimientos anuales de entre el 10% y el 15%. En su primer año no lo consiguió, y cerró con un 5,85%, aunque tuvo sólo ocho meses de gestión, ya que su cartera empezó a trabajar en mayo. En 2016, sí pudo, con un 12,80%. En 2017 fue cuando se produjo el gran batacazo, y en 2018 ha renacido batiendo sus expectativas.

DE DEFRAUDAR EN 2017…

En su informe de diciembre de 2017, Fernández hacía balance del mal año de Smart Social. Se había posicionado muy bajista y, sin embargo, el mercado fue alcista y apenas tuvo volatilidad, que se mantuvo en un rango históricamente bajo. “El mercado no permanecerá tan tranquilo como hasta ahora. Ningún ciclo alcista, por largo que sea, se ha construido sin correcciones. La volatilidad volverá y, conforme más tiempo tarde en llegar la corrección, más se incrementa el riesgo del lado alcista”, afirmaba el gestor.

Comparativamente, el conjunto de los fondos españoles tuvo en el mismo periodo una rentabilidad media ponderada del 2,64%, según Inverco.

Hace 12 meses, Smart Social tenía un 91% de posiciones cortas en índices (sobre todo del EuroStoxx, del DAX y del Nasdaq), un 8% de posiciones largas en acciones y un 1% en liquidez. A pesar del revolcón, Fernández defendió su idea para 2018: “Nuestra estrategia va a seguir siendo claramente bajista hasta alcanzar los objetivos marcados y controlando el riesgo para no aumentar el drawdown actual”.

Aseguraba por aquel entonces que el potencial de la cartera era superior al 30% según sus modelos. Su pronóstico se ha quedado a algo menos de la mitad de camino, pero lo cierto es que ha batido con creces al mercado y a sus competidores.

… A LA REDENCIÓN EN 2018

La volatilidad de vuelta en niveles más elevados y la gran corrección de las bolsas este curso han sido los grandes aliados de la sicav. En su último informe, de noviembre, se observa cómo las posiciones cortas seguían siendo mayores que las largas, aunque sus pesos se habían equilibrado. Hace un mes, Smart Social tenía un 52% en cortos (del Nasdaq y del DAX) y un 47% en largas (del EuroStoxx y del cambio euro/dólar), y la liquidez era del 1%.

Según el gestor, “nuestro potencial objetivo bajista sigue intacto con algunos niveles ya alcanzados pero con aún mucho recorrido bajista en algunos índices”. Como adelantaba hace unas semanas, “nos mantendremos a la espera y atentos para aprovechar cada rebote y abrir nuevas posiciones cortas a mejores precios. Mientras tanto, nos posicionamos más neutrales viendo cómo se desarrolla el rebote y reduciendo muy significativamente el riesgo de la cartera”.

El pasado lunes, el propio Fernández señalaba a través de su cuenta de Twitter que sigue muy neutral y que está aumentando la liquidez, que ya está en el 85%, para amarrar el buen resultado de 2018 y configurar las estrategias que aplicará en 2019.

Por fin, la estrategia iniciada en 2017 le ha dado resultados, aunque en 2018 y más tarde de lo esperado. Hasta noviembre, la rentabilidad media de los fondos es prácticamente del -3%, mientras que Smart Social ya va camino del 17% en diciembre.

BALANCE DE GESTIÓN

Echando la vista atrás, Fernández defiende que su gestión ha sido “muy activa y dinámica” desde el inicio en mayo de 2015. “Nuestro modelo de gestión y los algoritmos informáticos que procesamos están comprendidos en una serie de parámetros que nos dicen un precio de cotización de cualquier activo con muy altas probabilidades de alcanzar dichos niveles, pero con el factor tiempo indefinido. Esto significa que los niveles pueden alcanzarse en días, semanas o meses, pero es imposible concretar”, puntualiza.

En 2017, los modelos ya les decían un precio de cotización y obraron en consecuencia, haciendo entradas escalonadas y modificando mucho la ponderación de cada activo. Por ejemplo, empezaron el año con un 40% de liquidez y la posición corta en futuros del Nasdaq nunca superó el promedio del 17% global de la cartera. En 2018, han seguido con su proceso: “La gestión ha sido igual de dinámica y, en este caso, sí que hemos ponderado más los cortos de Nasdaq”. El promedio de cortos sobre el índice americano nunca ha bajado del 37%.

Para 2019, el experto reconoce que “no tengo ni idea de qué hará la bolsa ni la volatilidad, nadie puede saberlo”. Aun así, “nuestro modelo nos seguirá diciendo unos precios para cada activo y así lo gestionaremos y publicaremos puntualmente”.

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