Natixis IM confía en las 'big cap' americanas y se muestra prudente con el sector financiero

En un contexto en el que la economía mundial se encuentra en una posición vulnerable

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El mercado vive envuelto en el optimismo desde que conociera los últimos datos de inflación de EEUU. La temporada de resultados del segundo trimestre también está siendo, hasta el momento, más sólida de lo esperado, por lo que los inversores confían en el 'aterrizaje suave' de la economía y en que la Reserva Federal (Fed) suba, por última vez, los tipos 25 puntos básicos en su reunión de julio. En este escenario, ¿cómo posicionar nuestras carteras?

Ante el panorama actual del mercado, Loomis Sayles, gestora de fondos de Natixis Investment Managers (Natixis IM), ha presentado su visión estratégica en la que se muestra prudente con el sector financiero y a favor de las 'big cap' americanas.

"Somos constructivos en duración y neutrales en crédito. Trataríamos de aumentar la exposición a la renta variable de crecimiento en caso de debilidad. En nuestra opinión, se justifica una postura prudente en la asignación de activos con una inclinación hacia la renta fija, dados los vientos en contra macroeconómicos y la recesión de los beneficios empresariales que parece afianzarse", ha explicado Craig Burelle, estratega global macro y crédito de Loomis Sayles (Natixis IM).

En este sentido, en la gestora, actualmente favorecen las empresas de gran capitalización estadounidenses, valores relacionados con la tecnología de la información y la renta variable growth.

"Los valores estadounidenses tecnológicos han liderado el mercado en lo que va de año y no nos sorprendería que eso continuara, incluso aunque haya una corrección de las Bolsas, dadas las características de alta calidad de sus negocios y sus balances corporativos", ha afirmado el estratega.

Asimismo, desde la firma han puesto de manifiesto su prudencia con respecto a los valores financieros en general y a los mercados emergentes como región.

"Nuestro escenario base es que la economía mundial se encuentra en una posición vulnerable y, por tanto, en riesgo de entrar en la fase descendente del ciclo crediticio y consideramos que los mercados tienen puesto en precio un escenario optimista, somos más prudentes", ha señalado Burelle.

ESTRETAGIAS EN EL MERCADO DE CRÉDITO

En caso de que las expectativas del mercado no se cumplan y EEUU sufra una desaceleración, en la gestora prevén que los diferenciales se amplíen rápidamente, ya que el riesgo sistémico afecta a todos el crédito.

"Nos estamos preparando para desplegar capital en los mercados si surgen dislocaciones entre el precio y el valor razonable. Aunque creemos que la dirección de la tendencia es clara, la profundidad de las consecuencias no lo es. Nuestro marco de primas de riesgo, que estima el potencial de exceso de rentabilidad positivo, sugiere que es probable que el crédito supere a los bonos del Tesoro estadounidense en los próximos seis meses", han añadido.

Aunque las probabilidades de un exceso de rentabilidad positivo parecen elevadas, son menores que hace seis meses.

"Es probable que los fundamentos clave como los márgenes de beneficio, las perspectivas crediticias y la capacidad de fijación de precios sigan bajo presión durante los próximos seis meses. Los estrategas de high yield de Loomis Sayles prevén una tasa de impago cercana al 4,0% si se materializa una desaceleración en EEUU", ha remarcado Burelle.

EVOLUCIÓN DE LOS TIPOS DE INTERÉS

En relación con la política monetaria, en la gestora valoran que las expectativas del mercado de recortes de tipos de los bancos centrales pueden resultar excesivamente optimistas.

"Es probable que la inflación siga siendo un reto global para los responsables políticos durante al menos los próximos seis meses. Creemos que los banqueros centrales seguirán decididos a restablecer la estabilidad de precios y cumplir sus objetivos", ha asegurado el analista.

Si la inflación se mantiene muy por encima del objetivo, podríamos ver una política monetaria restrictiva durante un periodo prolongado, quizá hasta 2024.

"Creemos que los bancos centrales pueden tolerar un cierto nivel de aumento del desempleo si es necesario para volver a controlar la inflación y alcanzar el objetivo. La política puede complicar el aspecto fiscal de la ecuación. Sin embargo, a largo plazo, los gobiernos suelen considerar esencial la estabilidad de precios", ha concluido Burelle.

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