Llega el criterio de IVA en caja

Dentro de las propuestas fiscales del PP figuraba en letras bien grandes el que los autónomos y pymes no tendrían que pagar el IVA de las facturas hasta no haber cobrado, lo que se conoce como el criterio de IVA en caja. Más de tres meses después de llegar al Gobierno el PP sigue trabajando en esta medida y en como implementarla.

Por el momento sabemos por el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, que el Gobierno está trabajando para que el pago del IVA por parte de las empresas sólo se lleve a cabo cuando la empresa haya cobrado la correspondiente factura.

Para empezar, el criterio de IVA en caja sólo se aplicará a las pymes y autónomos que sean proveedores de bienes y servicios de las Administraciones Públicas, y se hará de forma paulatina para evitar un incremento de fraude. Lo que no se ha precisado es cómo se pretende implementar la medida y esto ha suscitado las dudas en el sector.

Como botón de muestra, el debate abierto en el Grupo Nueva Fiscalidad de LinkedIn, donde S&M Garrido precisa que «aplicando únicamente el criterio de Caja a efectos de la autoliquidación complicará extremadamente la contabilidad, no coincidirán las bases imponibles con las compras y las ventas. Aplicando el criterio de caja la agencia tributaria perderá el control del modelo 347, únicamente será útil el modelo 340, pero la contabilidad según el devengo irá por un lado y los registros de IVA irá por otro y posiblemente no convergerán».

A esto hay que añadir el problema de los cambios que haya que realizar en el software de contabilidad y sobre todo en el coste del seguimiento adicional de estas facturas. Si bien desde el punto de vista estrictamente financiero puede tener sentido no adelantar el IVA, la cosa no está tan clara desde el apartado práctico. Es decir, que el coste efectivo de llevar esta doble contabilidad fiscal a efectos de IVA puede no compensar. El caso más paradigmático es el de una pyme que debe lidiar con un ingente número de facturas mensuales y que por lo tanto deberá afinar muy mucho el control de cuando ingresa para hacer los pagos de IVA. ¿Realmente le compensará utilizar el criterio de IVA en caja o será mejor que siga con el IVA devengado?

Todavía son demasiadas las incógnitas y por lo pronto parece que el tiempo en el las empresas no tendrán que adelantar el IVA y después reclamarlo en caso de impago tardará en llegar.

Para lo que sí debemos prepararnos es para una subida del IVA a medio plazo. Por más que desde el Ejecutivo se descarte la medida, lo cierto es que los planes de homogeneizar el IVA en toda Europa empujarán a ese aumento. No en vano, España tiene uno de los tipos de IVA más bajos de la UE.

 

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