DWS: "La dinámica positiva de la renta variable no continuará en el segundo semestre"

Las valoraciones "son actualmente muy ambiciosas y difícilmente deberían ser sostenibles a largo plazo"

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El primer semestre de 2023 ha sido ampliamente positivo para el mercado. Diversos factores, como el 'boom' de la inteligencia artificial (IA) o valoraciones demasiado ajustadas tras el mercado bajista de 2022, han permitido que los principales selectivos del mundo hayan acumulado ganancias de doble dígito entre enero y junio. No obstante, numerosos expertos se han mostrado algo cautos con lo que puede deparar el resto del año, ya que los temores de recesión siguen muy presentes, la inflación se mantiene en niveles históricamente altos y los resultados de las empresas pueden apoyar a que los bancos centrales sigan pisando el acelerador.

"No espero que esta dinámica positiva del mercado continúe en el segundo semestre de 2023", afirma Bjorn Jessh, director global de inversiones de la gestora DWS. El estratega de la firma germana cree que las valoraciones "son actualmente muy ambiciosas y difícilmente deberían ser sostenibles a largo plazo", por lo que recomienda ser "cauto con la renta variable".

¿El principal motivo? Que las tasas de inflación siguen siendo "demasiado altas". Si bien el Índice de Precios al Consumo (IPC) de Estados Unidos de junio sorprendió a la baja, cayendo al 3%, el experto de la compañía radicada en Fráncfort cree que la inflación del sector servicios estadounidense no permitirá que se mantenga en estos niveles. Por ello, Jessch prevé que la inflación de la primera economía del mundo terminará 2023 en el 4,3%.

Por su parte, el estratega de la gestora teutona opina que la inflación de la eurozona sigue estando impulsada "no solo por el sector servicios, sino también por el fuerte aumento de los precios de los alimentos". Así, Jessch estima que la tasa de inflación en los países que han adoptado el euro podría alcanzar el 6,9% a final de año. Cabe señalar que la inflación de la zona euro se relajó en junio hasta el 5,5%, lo que supone seis décimas por debajo de la tasa de mayo, según los datos preliminares publicados por Eurostat, la oficina de estadística comunitaria. Sin embargo, la tasa subyacente repuntó al 5,4%.

En consecuencia, explica el CIO de DWS, los bancos centrales seguirán subiendo los tipos de interés, aunque el mercado espere lo contrario. Por un lado, los inversores creen ahora que la Reserva Federal (Fed) subirá los tipos de interés en 25 puntos básicos en julio… pero no hará más subidas en lo que resta de año y se inclinan más por un recorte hacia finales de 2023 que por un nuevo aumento. Con todo, los funcionarios de la Fed ya han advertido al mercado que no espere tal cosa.

"La Reserva Federal debería mantener su política monetaria restrictiva, aunque últimamente se haya abstenido de seguir subiendo los tipos. Vemos los tipos entre el 5,25 y el 5,5% antes de que se produzcan los primeros recortes en el segundo trimestre de 2024", explica Jessch, quien sigue esperando "una leve recesión en el transcurso de este año".

En cuanto al Banco Central Europeo (BCE), la firma germana cree que el supervisor comunitario se verá "incitado" por la inflación para seguir subiendo los tipos de interés, para los cuales DWS prevé que se mantengan en el 4% actual en junio de 2024. Desde el BCE se han mostrado inflexibles. En las últimas semanas, la presidenta Christine Lagarde avisó que es "poco probable" que se anuncie a corto plazo un pico en los tipos de interés.

Sin embargo, no todo es negativo. Bjorn Jessh se muestra más "favorable" a los bonos corporativos estadounidenses con grado de inversión, para los cuales DWS ha elevado su consejo a 'sobreponderar' ya que "la rentabilidad total prevista es atractiva en un horizonte de 12 meses". "Los flujos de entrada son positivos y se espera que las actividades de emisión se ralenticen", explica este experto.

Por el contrario, DWS no está muy convencido con el potencial de los mercados emergentes, a los cuales ha rebajado su calificación a 'neutral' debido a la "lenta" recuperación de la economía de China. Cabe señalar que el PIB chino creció al 6,3% en el segundo trimestre, más lento de lo esperado, y numerosos analistas han señalado que Pekín podría no cumplir su objetivo de crecer "alrededor de un 5%" este año. Además, apunta Jessch, "ha habido más revisiones negativas de los beneficios que en otras regiones".

OPORTUNIDADES EN BANCOS EUROPEOS

Con todo, la firma germana tiene algo bastante claro: "Europa sigue siendo nuestra región preferida para invertir". Esto se debe, explican, a que el descuento de la valoración de las acciones del Viejo Continente frente a los títulos de empresas estadounidenses sigue siendo "elevado".

"Las valoraciones actuales parecen baratas, sobre todo en el caso de las empresas de pequeña y mediana capitalización. El nivel de precios actual debería ser un buen punto de entrada", afirma el gestor de cartera de DWS, Jarrid Klug, quien subraya que los bancos europeos "parecen prometedores, aunque hayan obtenido buenos resultados en los últimos meses".

Y es que la gestora alemana espera que los bancos del Viejo Continente revisen al alza sus beneficios en esta temporada de resultados, al contrario que sus homólogos estadounidenses. "Su rentabilidad sobre recursos propios debería situarse por el momento ligeramente por encima del diez por ciento, superando así claramente la media de los últimos años", explica Klug.

Según este experto, los mercados "todavía dudan de la capacidad de los bancos para mantener sus beneficios tan altos", algo que se refleja en unas "valoraciones baratas". "Sobre la base de los beneficios previstos para 2024, la relación precio/beneficios es actualmente de seis y, por tanto, extremadamente baja", detalla el estratega de DWS.

"Incluso si los tipos de interés bajaran a medio plazo, no hay indicios de que los bancos europeos corran peligro de sufrir problemas similares a los de la larga fase de tipos cero. Y hay otro argumento que suena muy convincente: los bancos reembolsan capital vía dividendos y recompra de acciones", apunta Klug, al tiempo que destaca que la rentabilidad media por dividendo del sector "ronda el 8%".

Además, agrega, los bancos han empezado a recomprar acciones con la aprobación de las autoridades reguladoras, "de modo que el rendimiento total de los dividendos de algunas instituciones financieras supera con creces el diez por ciento".

Esta misma tesis defienden los expertos de JP Morgan AM, los cuales prevén que los resultados de los bancos del Viejo Continente entre abril y junio sean buenos.

"Se espera que el margen de intereses del segundo trimestre de 2023 sea fuerte, con escasas nuevas orientaciones respecto a los costes, y es probable que las tendencias de la calidad de los activos sigan siendo benignas por ahora", explican desde la firma neoyorquina.

RENTA FIJA… A CORTO PLAZO

Por su parte, Oliver Eichmann, director de estrategia de inversión en bonos de DWS, recalca el "optimismo" de la gestora alemana respecto a los bonos soberanos europeos con vencimiento entre corto y medio plazo.

Ello se debe, explica, a que esperan dos subidas de tipos por parte del BCE, las cuales "deberían marcar el final de este ciclo de subidas, por el momento". En combinación con la ralentización del crecimiento y la disminución de la inflación, este debería ser, en nuestra opinión, un buen momento para invertir en activos de renta fija.

"En un contexto así, los rendimientos de los bonos a corto tienden a bajar, por lo que las posibilidades de ganancias en los precios aumentarán en consecuencia", añade Eichmann. Este será especialmente el caso, apunta, si el mercado "está dominado por la opinión de que el ciclo de subidas de tipos del banco central está llegando a su fin muy pronto".

"Debido a unos niveles de rendimiento más elevados, los bonos de Italia y España siguen siendo interesantes. Sin embargo, no esperamos un nuevo estrechamiento de los diferenciales frente a los bunds alemanes", afirma Eichmann. Para finales de junio de 2024, este experto espera "solo" una rentabilidad total "ligeramente positiva" para los bonos teutones, "ya que se prevé que los rendimientos sigan subiendo".

En cuanto a los bonos estadounidenses, Eichmann destaca que "deberíamos haber cubierto la trayectoria principal de la subida de la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años a corto plazo". "En junio de 2024, se espera que la rentabilidad total sea ligeramente positiva", detalla.

Por último, la rentabilidad total de los bonos soberanos de los mercados emergentes, apunta, "debería ser más bien modesta en los próximos meses y los diferenciales a corto plazo apenas deberían estrecharse". "Los bonos corporativos de los mercados emergentes parecen sustancialmente más prometedores", concluye.

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