El sistema de etiquetado medioambiental de la Dirección General de Tráfico ha sido motivo de debates y polémicas desde su llegada. Sus criterios de designación se han puesto en duda por numerosos motivos, entre los que destaca la falta de equidad en función de su nivel de emisiones. Ahora, Tráfico parece haber escuchado las críticas y ha anunciado la llegada de una serie de modificaciones junto a una fecha límite: junio de 2021.
A través de estos cambios se buscará clasificar de una manera más justa las últimas tecnologías automovilísticas en lo relativo a emisiones. Con la llegada de sistemas como la microhibridación o hibridación ligera, los fabricantes han logrado dotar de la etiqueta 'ECO' a vehículos cuyos niveles de emisiones no se alejan en exceso de los motores de combustible tradicionales.
Pese a que esta es una de las principales modificaciones que se exige, no es la única: algunas mecánicas de gasolina y diésel de última generación mantienen la etiqueta C pese a ser más respetuosos con el medio ambiente. Además, los híbridos enchufables son los otros grandes señalados, ya que actualmente son catalogados como 'Cero emisiones' por el sistema actual de etiquetado pese a que están propulsados por motores de combustión.
Tal como se mencionó en el Consejo de Ministros, "la evolución tecnológica es una realidad y los nuevos coches deberían ser englobados dentro de las posibilidades que ofrece el sistema actual o bien añadiendo nuevas etiquetas".
Por este motivo, la Dirección General de Tráfico habría planteado la introducción de un nuevo distintivo que tomaría el nombre de etiqueta 'D'. Y, precisamente, serían los vehículos mencionados anteriormente los cuáles estarían dotados de este: híbridos enchufables, microhíbridos y motores de gasolina y diésel de última generación.
La Fundación Corell ha sido una las instituciones que han alzado la voz para solicitar la revisión del sistema de etiquetado actual, reclamando otros parámetros sobre los que realizar las mediciones de emisiones además del NOx o dióxido de carbono. Cabe recordar que los vehículos emiten otras partículas nocivas para el medio ambiente como el monóxido de carbono, hidrocarburos no quemados o material particulado, entre otros.