Tras el anuncio del cese de toda actividad no esencial con el confinamiento total a partir de mañana, son muchos los trabajadores que se verán obligados a dejar de acudir a su puesto de trabajo o a teletrabajar. Pese a ello, no todos los empleados tienen la posibilidad de poder llevar a cabo sus oficios habituales desde sus hogares: los conductores profesionales son algunos de ellos.
Aunque se trata de un oficio ‘invisible’, la labor de estos profesionales resulta imprescindible para que los demás ciudadanos puedan acceder a los productos y servicios habituales con los mínimos trastornos posibles. A los trabajadores de los servicios de emergencia –policía, guardias civiles y conductores de ambulancia- se le suman un gran número de oficios fundamentales.
Pese a que la afluencia de viajeros que se trasladan en transporte público se ha reducido notablemente en todas las ciudades durante esta situación excepcional, se requieren unos servicios mínimos que mantengan activos los diferentes servicios. Por ello, los conductores de autobús (al igual que los de metro) son algunos de los profesionales que siguen realizando sus labores habituales.
Ocurre lo mismo con los conductores de VTC y los taxistas, los continúan con su actividad para aquellas personas que requieran de sus servicios. A raíz de esta crisis, han sido numerosas las acciones solidarias que han surgido desde el sector del taxi: en Zaragoza se ha establecido un coste simbólico de un euro –independientemente del trayecto- para las personas ancianas o con movilidad reducida, mientras que el colectivo madrileño ha rechazado 132.000 euros en ayudas para destinarlas a la Sanidad.
Por su parte, los camioneros y repartidores también continúan con su actividad para asegurar que todos los productos estén disponibles en los supermercados y, por lo tanto, en las casas de los demás ciudadanos. También cabe destacar la labor de los trabajadores dedicados al servicio de recogida de basura, que siguen encargándose de la limpieza de las calles durante el estado de alarma.