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Opel Corsa 5

Opel Corsa 5

El Corsa tiene una historia de éxito de 32 años. Un verdadero best-seller, que en 4 generaciones se fabricó en más de 12 millones de ejemplares a través de todo el mundo, pero que sin embargo en ciertos mercados empieza ahora a desmarcarse de sus numerosos competidores.

Es particularmente el caso en Francia, dónde el modelo actual lanzado en 2006 acusa el peso de los años frente al Renault Clio, Peugeot 208 y Ford Fiesta.

La quinta generación que tratamos hoy tiene la ambición de reactivar las ventas en caída libre.

¿Sólo un cambio de look?

El parecido con otros modelos de la gama es bastante evidente. Sobre todo en la parte delantera, donde el Corsa se inspira claramente en el Adam con su morro estirado y su calandra más baja. Pero también en el Meriva con sus faros agresivos enmarcados por luces de día LED.

De perfil, los costados están modelados en forma de coma, como la berlina Insignia. Mientras que en la parte trasera, los pilotos son horizontales, como en el Astra.

El objetivo es resaltar el Corsa, y está bastante conseguido. Pero por mucho que adopte los nuevos códigos estilísticos de la marca, la forma de la superficie acristalada, de la puerta del maletero o de la línea del techo particularmente no engañan. Globalmente, encontramos la silueta de su antecesor. Y es que Opel simplemente ha reciclado a la generación anterior.

Una estructura reciclada

Inicialmente, la quinta generación de Corsa debía ser un coche con todo lo nuevo. Un modelo 100 % nuevo, fruto de la colaboración entre GM y PSA a principios del año 2012.

Pero a finales del año 2013 los objetivos contemplados en el desarrollo de una plataforma común se mostraron irrealizables. Los ingenieros debieron partir de cero, reciclando la base técnica de la anterior generación lanzada en el 2006.

El fabricante afirma sin embargo que el 100% de las piezas que componen el chasis del Corsa 2014 son nuevas.

Foto – Opel