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Los neumáticos en el coche, su importancia

El neumático está fabricado en caucho y es el nexo de unión entre vehículo y carretera por lo que pueden influir significativamente en el comportamiento dinámico del vehículo. La aptitud del neumático se ve en dependencia del estado de la superficie sobre la cuál se utilizan. En Europa central los vehículos circulan generalmente sobre carreteras asfaltadas con unas temperaturas de entre –15 grados centígrados y +60 grados centígrados. Las carreteras pueden mostrar un grado de humedad muy variable, y además en épocas de invierno puede haber nieve en todos sus estados así como, hielo. En teoría habría un neumático ideal para cada situación pero por costes y ciclo de vida se fabrican los siguientes tipos de neumáticos:

Neumáticos de verano. Están pensados para estados de carretera sin nieve. Su mezcla de caucho no se reblandece aún con altas temperaturas, y su desgaste es bastante inferior a velocidades altas.

Neumáticos de invierno. Están pensados para temperaturas bajas y estados de carretera en condiciones de invierno. Su mezcla de caucho está pensada para mantener un nivel alto de elasticidad aún con temperaturas muy bajas. De esta manera permiten una mejor transmisión de la fuerza y un mejor agarre. Se les reconoce por la simbología M + S (Mud and Snow). Sus bandas de rodamiento son más anchas y están más separadas entre sí. A esto se le añade que estas bandas de rodamiento están provistas de pequeñas ranuras, las cuáles al rodar se ven ensanchadas, y entonces la nieve y el barro se ve impulsada en sentido contrario a la conducción lo que aumenta la fuerza de tracción.

Neumáticos para todas las estaciones. Son neumáticos que se pueden utilizar tanto en invierno como verano. Son adecuados para personas que no suelen conducir mucho y que los llevan durante los máximos seis años recomendados para el cambio de neumático. La mezcla de caucho es intermedia. Por lo que en nieve no alcanzan las ventajas de unos neumáticos de esta estación y en verano su desgaste suele ser mayor aumentando en consecuencia el consumo de carburante.

Se consideran otros tipos de neumáticos como aquellos aptos para todoterrenos, para camiones así como los neumáticos Spike para hielo. Según su fabricación también se les puede clasificar en diagonales (las capas de caucho están diagonalmente superpuestas), radiales (las capas de caucho están linealmente superpuestas) y autoportantes especialmente para vehículos deportivos.

Dimensiones del neumático.

Cada neumático tiene una numerología concreta que lo define. Se representa de la siguiente manera: 185/65 R15 85H. Lo que nos viene a indicar que el ancho del neumático es de 185 milímetros, que el perfil del neumático en porcentaje con respecto al ancho es del 65 por ciento, la R indica que el tipo de fabricación es radial, el tercer número nos indica el diámetro interior del neumático (que viene a ser el diámetro de la llanta sobre la que se monta), el cuarto número indica el índice de carga de cada neumático y finalmente el código de velocidad máxima del neumático que en este caso es H y por lo tanto la velocidad máxima es de 210 kilómetros hora.

Presión y consumo de carburante.

Cada fabricante de vehículos indica el tipo de presión que tienen que llevar los neumáticos de cada uno de sus vehículos. La presión influye en la dinámica de conducción y con ello en el ciclo de vida del neumático, en la seguridad de la conducción y en el consumo. Según el coche vaya más o menos cargado la vida del neumático se ve también influenciada. Una menor presión de la indicada lleva a más resistencia en el rodamiento, a una dinámica de la conducción más inestable, así como a una mayor adherencia del neumático al suelo a velocidades bajas y un sobrecalentamiento del mismo a velocidades altas.