Bolsamania

Atrapado en un Renault Laguna a 200 km/h y sin frenos

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Imagina una situación como esta: vas en tu coche por la autopista a 200 kilómetros por hora y descubres que no tienes frenos. Eso es más o menos lo que le sucedió al francés Frank Lecerf. Su Renault Laguna especialmente adaptado (pues se trata de una persona discapacitada) aceleraba cuanto más pisaba el freno. Una trampa mortal de la que pudo escapar de milagro.

Ha sido sin duda una de las noticias más curiosas de estos días. Y empezó de la forma más normal: Lecerf, que vive en la región francesa de Nord-Pas de Calais salió a hacer la compra de cada semana sin saber que iba a vivir una de las experiencias más estresantes de su vida, una historia que podría haber inspirado a AC/DC para componer su famoso himno «Highway to Hell», o a los guionistas de la película «Speed».

Cuando estaba circulando por la autopista rumbo al supermercado a unos 90 km/h quiso reducir la velocidad para tomar la salida y ahí se dio cuenta de que algo iba mal: cada vez que trataba de frenar el coche se aceleraba más y más, así que se encontró circulando por el carril rápido de la autopista, rezando para que se apartaran, uno tras otro, los vehículos que se encontraban frente a él, en una demencial carrera hacia ninguna parte.

Una ruta infernal

Frank+Lecerf+and+a+map+of+FranceTratando de dominar el pánico, Lecerf (en la imagen de la izquierda) logró llamar a servicios de emergencia mientras circulaba sin ningún control sobre el vehículo.

La policía lo persiguió pero poco podía hacer, salvo esperar que el combustible se acabara, cosa que sucedió después de 200 kilómetros y sesenta minutos que a este pobre hombre debieron parecerle eternos.

La ruta de Lecerf viene explicada en este mapa. De Francia a Bélgica por la autopista atravesando las ciudades de Calais y Dunkerque y tres estaciones de peaje que habían sido advertidas por la policía y esperaban a aquel enloquecido Renault Laguna con las barreras levantadas.

Por suerte, la aventura acabó bien: el tanque de gasolina se vació, el motor empezó a fallar y el conductor pudo poner fin a la pesadilla desviando el coche a una zanja cerca de la localidad de Alveringem, en Bélgica. ¡A unos 125 km de distancia de su casa!

«Toda mi vida pasó ante mis ojos», explicó más tarde Lecerf, que también dijo que no era la primera vez que el control su vehículo le daba problemas. Hacía pocos días que había llevado su coche a revisar y en Renault le habían dicho que todo estaba en orden. Lecerf ya ha denunciado al fabricante francés. Es comprensible: la broma casi le cuesta la vida.

Fotos – Guardian