La hucha de las pensiones está en horas bajas, pero su progresiva mengua no ha provocado una reacción en los hábitos de ahorro privado para la jubilación entre los españoles. Según un estudio realizado por el Observatorio de Pensiones de Caser, la población considera que hay que comenzar a ahorrar para la jubilación a los 40,3 años de media, un año más tarde de lo que afirmaban en el barómetro de 2019, cuando la media estaba en los 39,3 años.
El estudio de Caser, realizado entre 3.400 personas de entre 30 y 55 años, se llevó a cabo a comienzos de febrero, por lo que no incluye los efectos de la crisis económica generada por la pandemia de Covid-19. Pero sí recoge algunos datos que, cuanto menos, son inquietantes. Si bien para el 43% de la población la jubilación es una de las principales razones para el ahorro, un 22% de los españoles sigue considerando que no es necesario complementar la pensión pública con ahorros privados, sea a través de planes de pensiones o cualquier otro producto financiero o inmobiliario.
Además, un 83% desconoce cuál será su pensión pública, un punto porcentual menos que el año pasado, frente a un 17% que sí ha calculado la cuantía “aunque sea de un modo aproximado”, un punto más. Los colectivos donde más desconocimiento existe acerca de la futura pensión del Estado son los desempleados (93%), las personas entre los 30 y 35 años (92%), entre los que no ahorran porque su situación no se lo permite (89%) y las mujeres (88%). Por el contrario, los colectivos más sensibilizados con el problema de la jubilación -ya han realizado cálculos sobre la economía de su retiro- son los que ya tienen un plan de pensiones, las personas de más de 50 años, los hombres y los ocupados, con porcentajes entre el 29% y el 18% respecto al dato nacional.
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Las expectativas de los españoles chocan frontalmente con la realidad del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, también llamado la hucha de las pensiones. En 2011, llegó a su máximo con 66.815 millones de euros, según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, y desde entonces no ha parado de decrecer. A cierre de 2019, esta hucha apenas contaba con 2.150 millones, lo que supone una mengua de casi el 97% en ocho años.
Con motivo del coronavirus, el Gobierno adoptó la decisión de que la Seguridad Social consideraría las bajas de afectados por la pandemia, o en cuarentena forzosa, accidentes laborales en lugar de enfermedad común. Esto, sumado a la moratoria en el pago de la cotizaciones, supone un gran reto para las arcas de la Seguridad Social. También abrió la posibilidad de que los planes de pensiones se rescaten de forma extraordinaria si el partícipe está afectado por un ERTE o cese de negocio por el Covid-19. Según Economía, estos vehículos ya tienen registrados más de 14.000 expedientes de rescates por esta causa.
AHORRO ASOCIADO AL CONSUMO E INVERSIÓN SOSTENIBLE
El estudio del Observatorio de Pensiones de Caser incide en las nuevas fórmulas del ahorro precisamente ante este desaguisado. Un 56% de los encuestados se plantearía ahorrar si hubiese fórmulas más sencillas e innovadoras, aunque un 60% de los españoles no conoce la existencia de nuevas fórmulas de ahorro asociadas con el consumo. Sin embargo, las nuevas tendencias de consumo responsable sí influyen en sus ahorros: el 94% son conscientes de la importancia del ahorro energético, adoptando hábitos con este objetivo, y un 65% tiene en cuenta las condiciones de fabricación de los productos, por ejemplo.
Por otro lado, el 80% de los españoles que saben qué es la inversión socialmente responsable (ISR) tendría en cuenta el cumplimiento de criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) a la hora de contratar un plan de pensiones.
