Danske Bank: los rendimientos de los bonos seguirán disparados los próximos seis meses

Estas son las cuatro razones a las que aluden en su último informe

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Archivo - Mutuactivos lanza un nuevo fondo centrado en bonos híbridos, Mutuafondo Bonos Subordinados IV FIJAVIER VALEIRO/MUTUACTIVOS - Archivo

Los aumentos del rendimiento de los bonos durante el pasado mes son un síntoma de la persistente inflación y el compromiso de los bancos centrales mundiales para luchar contra las altas tasas de los precios, según el último informe de Danske Bank, en el que anticipan que seguirán disparados y alcanzarán su máximo en seis meses.

"El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, también se mostró bastante preocupado en la conferencia de prensa de la semana pasada, cuando anunció una subida de tipos de 50 puntos básicos, llevando el rango objetivo de los fondos federales al 0,75-1,00%", destacan en el estudio. Según indican, si bien en un principio interpretaron la medida como 'dovish', hay pocas dudas de que se debería esperar grandes subidas de tipos de 50 puntos básicos en las próximas reuniones. De hecho, el propio banquero central anticipó que estaban encima de la mesa.

"Si las presiones inflacionistas subyacentes muestran signos de intensificación, vemos que los riesgos se inclinan hacia la continuación de las grandes subidas de la política monetaria en las próximas reuniones, incluyendo potencialmente una subida de 75-100 puntos básicos", advierten, aunque Powell las descartó por el momento.

En cualquier caso, el escenario de referencia de Danske Bank sobre la Fed es que subirá los tipos en medio punto porcentual en futuras reuniones, seguidos de otros incrementos de 25 puntos básicos en cada una de ellas hasta mayo de 2023, con un rango objetivo de los fondos federales en la horquilla del 3%-3,25%.

Un caso bien distinto es el del Banco Central Europeo (BCE). Hasta el momento, ha mantenido que la inflación era transitoria, pero las últimas declaraciones de sus miembros sugieren que el organismo se está dando cuenta de que los precios están en niveles muy altos.

"Hasta ahora, la opinión del BCE ha sido que no podía subir los tipos y, por lo tanto, endurecer la política monetaria y, al mismo tiempo, llevar a cabo la QE mediante la compra de bonos. Aun así, probablemente nadie criticaría al BCE por "romper" las reglas y subir los tipos inmediatamente o poner fin a la flexibilización cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) aquí y ahora", indican.

No obstante, el punto de partida es que el BCE subirá los tipos en julio 25 puntos básicos, aunque es posible un alza de 50 puntos básicos, para compensar el endurecimiento tardío. Sin embargo, ven el riesgo de que el BCE se retrase, al igual que la Fed.

"Es probable que el BCE no se conforme con una sola subida de tipos este año. Probablemente deberíamos esperar una serie de subidas de tipos en futuras reuniones de política monetaria. Los mercados prevén que el BCE suba los tipos en torno a dos puntos porcentuales a partir de los niveles actuales", explican.

Aunque pueda parecer mucho, estos expertos sostienen que interés real estaría en menos del 0,5%, con un tipo de interés de referencia del -0,5% y una inflación del 2%, que probablemente no estaría del tipo de interés natural real.

De cara a 2023, el panorama con la alta inflación, los efectos negativos sobre el crecimiento y la ralentización de la economía china por el Covid, además de la guerra en Ucrania, provocará un ascenso rápido de los tipos en los próximos 6 a 12 meses.

"Si los precios de la energía y de los alimentos no siguen aumentando, la contribución a la inflación de estos componentes desaparecería. La fijación de precios del mercado para 2023 parece demasiado halagüeña en este escenario y, en algún momento, el mercado podría empezar a especular con la posibilidad de nuevos recortes de los tipos de interés en EEUU y la zona del euro. En este escenario, la inflación podría ser menos problemática de lo que hemos supuesto si un menor crecimiento del PIB afecta negativamente a los precios de las materias primas", explican, concluyendo que no esperan que la economía mundial entre en recesión.

Como se ha mencionado, esto se debe a que los bancos centrales se están comprometiendo a combatir las intensas presiones inflacionistas tanto en Estados Unidos como en Europa. Sin embargo, hay otros factores que apuntan en la misma dirección. El riesgo en su previsión es que puedan subestimar los cuatro factores siguientes 1) inflación persistentemente elevada, 2) aumento de los tipos de interés reales, 3) aumento de la prima por plazo y 4) aumento de los costes de cobertura de los activos denominados en dólares en los mercados de divisas.

INFLACIÓN

Desde Danske Bank, ven que la inflación ya no se ve arrastrada únicamente por la energía, sino que la tasa subyacente también está aumentando significativamente, con porcentajes del 3,5% en la eurozona en el mes de abril y del 6,5% en marzo para EEUU.

"Las expectativas de inflación también son elevadas, y los mercados laborales, tanto en Estados Unidos como en Europa, siguen endureciéndose", sentencian.

"El desempleo en la eurozona se encuentra ahora en un mínimo histórico del 6,8%, y esto en un momento en el que podemos esperar una decente recuperación en el sector de los servicios a nivel mundial a medida que se eliminan las últimas restricciones en el hemisferio occidental", añaden.

TIPOS DE INTERÉS REALES, DESPUNTANDO

Otra razón importante a la que apuntan como causa del aumento de los rendimientos a largo plazo es que los tipos de interés reales en EEUU han empezado a subir. "Aunque las expectativas de subidas de la Reserva Federal han aumentado considerablemente, esto no ha afectado notablemente a las expectativas de inflación en el mercado. Por lo tanto, el aumento de los tipos nominales se ha producido en paralelo a la subida de los tipos de interés reales", explican.

Destacan que los tipos reales de Estados Unidos son ahora positivos por primera vez desde el inicio de la pandemia. No obstante, indican que se han mantenido por debajo de los niveles de 2014-2019.

"Sin embargo, a medida que los tipos a corto plazo suban y la Fed reduzca su balance, no solo deberíamos esperar que los tipos nominales suban, sino también que las expectativas de inflación ('break-evens') retrocedan un poco", sentencian.

LA PRIMA POR PLAZO

En un contexto de comienzo de reducción del balance por parte de la Fed, la prima por plazo ha comenzado a aumentar después de muchos años de descenso. Por ello, han supuesto que ésta seguirá creciendo en los próximos trimestres.

"Las primas de riesgo, por ejemplo, en los mercados de renta variable y de crédito también han aumentado. Por lo tanto, tiene sentido suponer que los inversores también exigen ahora mayores primas por plazo para comprar deuda pública a largo plazo, sobre todo ahora que los bancos centrales están desapareciendo en gran medida del lado comprador", sentencian.

Los rendimientos muy bajos y la volatilidad de la inflación que se ha visto durante algunos años también parecen ser historia, al menos por un tiempo, según el informe. Esto también respalda la idea de que los inversores exigirán una mayor compensación por mantener bonos largos.

LA COBERTURA DE BONOS EN DÓLARES SE ENCARECERÁ

Por último, es probable que los tipos cortos del mercado monetario estadounidense aumenten considerablemente más que los tipos equivalentes del mercado monetario del yen o del euro en los próximos trimestres.

"Las primas de riesgo, por ejemplo, en los mercados de renta variable y de crédito también han aumentado. Por lo tanto, tiene sentido suponer que los inversores también exigen ahora mayores primas por plazo para comprar deuda pública a largo plazo, sobre todo ahora que los bancos centrales están desapareciendo en gran medida del lado comprador", argumentan. Esto puede dar lugar a que los inversores internacionales compren menos bonos denominados en dólares.

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