Sí, invitar a comer por publicidad es un pago en especie y tributa

Te invito a comer en mi restaurante y tú haces promoción en mis redes sociales o, como suele ser más habitual: soy influencer, quiero comer gratis y le hecho un poco de ‘morro’ al asunto.

Cambia restaurante por cualquier servicio o producto y el resultado es el mismo: estamos antes una transacción económica, un negocio y, por lo tanto, un pago en especie.

Implicaciones de este pago en especie

Los pagos en especie son pagos que no se realizan en metálico, sino mediante la prestación de un servicio o de cualquier bien no dinerario. La mejor forma de entenderlo es a través de tu nómina y tu salario.

Lo más habitual es que tu empresa te pague con dinero contante y sonante. Sin embargo, también puede optar por tribuir parte de tu trabajo con cheques guardería, un seguro para ti y tu familia o un coche de empresa. En eso consisten los pagos en especie y su tratamiento fiscal es diferente al del salario dinerario.

En el caso de los empleados, aquí te explicamos cómo tributan los pagos en especie en el IRPF.

Cuando se trata de empresas y autónomos la cosa cambia. Al tratarse de un negocio y de una transacción económica las dos partes van a tener que emitir la correspondiente factura que deberá incluir el IVA y la retención de IRPF, así como el concepto de la transacción y su valor económico.

Además, también deberán incluir el gasto y el ingreso en su respectiva contabilidad, además de tributar por él en el impuesto sobre la renta o el impuesto sobre sociedades, según sea el caso.

pago en especie influencers

Cómo hacer una factura con un intercambio de servicio

Cuando dos empresas intercambian sus servicios no se haba de pago en especie, sino precisamente de intercambio de servicios. En el caso del influencer y el restaurante, el primer ofrece servicios de marketing y publicidad (promociona al restaurante) y en el del restaurante, sus servicios son claros: los de hostelería.

Pues bien, en un caso como este el restaurante tendrá que emitir una factura con el coste de la comida y el resto de servicios que haya prestado. Esta factura deberá desglosar también el IVA. Esa factura será un ingreso a contabilizar en sus cuentas.

El influencer también deberá emitir su propia factura con el importe acordado y aplicando también el IVA correspondiente.

¿Habrá que pagar impuestos?

A nivel contable, el restaurante podrá deducir el coste de los servicios del influencer al hacer cuentas para pagar el Impuesto de Sociedades o, si se trata de un autónomo, en el IRPF. La razón es que está contratando un servicio directamente relacionado con su actividad, que le ayuda a mejorar su negocio.

Para el restaurante el resultado contable será de cero, aunque sí que deberá liquidar e ingresar el IVA que haya cobrado.

¿Y el influencer? Este caso es ya algo más complejo por los impuestos que pagan los influencers y, sobre todo, por el tipo de gasto del que se trata.

Ese alojamiento o comida del que el influencer ha disfrutado no tiene por qué ser un gasto deducible o, por lo menos no en su totalidad. Y es que como autónomo existen límites sobre la cantidad que puedes desgravar por dietas.

De lo que no cabe duda es de que al emitir una factura por sus servicios, el autónomo está recibiendo un ingreso que deberá computar en sus cuentas para hacer el IRPF.

Esta misma lógica se aplica a otros supuestos regalos que reciben los influencers, como coches, móviles o ropa que reciben por publicitar en sus redes sociales. Aquí se aplican normas especiales.

Por ejemplo, con un vehículo que se deja en préstamo, se imputará un 20% del valor del bien. Para que lo entiendas mejor, un coche valorado en 60.000 euros que el influencer tiene durante un año supondrá un ingreso de 12.000 euros para Hacienda.

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