Winter is coming: "La crisis energética es un gran riesgo para las bolsas"

El aumento de los precios de las materias primas es tóxico para la economía y los mercados

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Company photo / Copyright: Stuart Conway

'Winter is coming'. La célebre frase que sirvió como hilo argumental para la serie 'Juego de Tronos' viene como anillo al dedo para describir la crisis energética global que se está produciendo actualmente. El invierno va a llegar y el mercado teme que los precios de la energía se disparen aún más en los próximos meses, lo que sin duda es "un gran factor de riesgo" para las bolsas, según afirma Vincent Chaigneau, director de Análisis de Generali Investments.

"Hemos seguido reduciendo nuestra posición de sobreponderación respecto a los activos de riesgo debido a la creciente preocupación por la crisis energética", explica este experto.

A la subida del precio del petróleo se ha sumado en los últimos meses un gran ascenso del precio del gas natural, que por ejemplo en la Unión Europea es la segunda fuente para el suministro de energía.

"El aumento de los precios de las materias primas es tóxico para la economía y los mercados, al menos por tres razones: merma tanto los márgenes de las empresas como el poder adquisitivo de los consumidores, y puede requerir un endurecimiento más rápido o más fuerte de la política monetaria. Esto merece una asignación más prudente o una cobertura significativa", argumenta Vincent Chaigneau.

Según Paolo Zanghieri, economista de Generali Investments, "la aparición de un choque positivo para la inflación y los vientos en contra del crecimiento pueden empujar a los bancos centrales a una tolerancia aún mayor hacia la inflación, y esto empezaría a ser descontado en el componente de riesgo de inflación de los rendimientos de los bonos".

"Además de la incertidumbre que genera", añade este experto, "las continuas sacudidas adversas de la economía afectarán a los mercados financieros. La correlación positiva resultante entre el precio de los bonos y el de las acciones puede reducir las oportunidades de diversificación, en un momento en que las perspectivas económicas se vuelven más inciertas, aumentando las primas de riesgo".

Silvia Dall'Angelo, economista senior de Federated Hermes, comenta que "la prolongación de las restricciones de la oferta y la elevada inflación impulsada por los costes durante los meses de invierno pueden hacer descarrilar la recuperación, allanando el camino hacia escenarios de estanflación. También es posible que la dinámica inflacionista se extienda a las expectativas y al mercado laboral, lo que exigiría políticas monetarias más estrictas".

Por su parte, Mark Lacey, responsable de materias primas de Schroders, y Felix Odey, analista de Energías renovables de la misma firma, señalan que "la subida de los precios del gas y la electricidad ha llegado para quedarse este invierno, y pone de manifiesto la necesidad de aumentar la inversión en tecnologías de transición energética".

En su opinión, Europa parece ser el centro de la tormenta, aunque no es la única que está viviendo un fuerte aumento de los precios. China también sufre escasez de energía y está racionando la electricidad en algunas provincias.

Sobre Europa, añaden que "hay algunos factores específicos que podrían servir para mantener los precios altos y no hay una solución fácil para que vuelvan a bajar rápidamente". Según explican, "la mayor parte de esta subida de precios en Europa se debe a la escasez de gas natural", en un momento en el que los niveles de almacenamiento de gas en el Viejo Continente "están muy por debajo de la media, a medida que nos acercamos a los meses más fríos del invierno".

Por tanto, no prevén que la actual situación en los mercados eléctricos europeos "se suavice hasta junio del año que viene, aproximadamente". En este contexto, la subida del gas ya ha provocado un gran repunte de los precios de la electricidad, en un entorno en el que ya se observaban focos de inflación y alteraciones en la cadena de suministro.

Su conclusión es que "las empresas y los consumidores acabarán soportando el peso de las subidas de precios, lo que probablemente repercutirá en la economía en general". Así, opinan que "los inversores tendrán que actuar con cautela, no sólo en los sectores relacionados con la energía o la transición energética, sino también en el mercado de valores en general".

En este sentido, Bank of America destaca que "la crisis energética se suma a los riesgos a la baja para las perspectivas de crecimiento". Sus economistas estiman que "el impacto en el consumo mundial por el impacto de los precios de la energía podría llegar al 1,6% este año, incluso antes de tener en cuenta los efectos negativos de segunda ronda, con Europa particularmente expuesta".

Esto ha motivado que el banco americano haya reducido su visión sobre las acciones europeas de neutral a negativa. "Seguimos siendo negativos en la renta variable europea y estamos infraponderados en bienes de capital y automóviles. Nuestras proyecciones son consistentes con una caída del 10% en el Stoxx 600 hasta finales de año", concluyen.

Por tanto, el argumento del 'winter is coming' acompañará a los inversores europeos durante los próximos meses. La crisis energética ha llegado para quedarse y se ha convertido en la principal preocupación para el mercado.

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