Alerta en las bolsas: "Los riesgos de estanflación están aumentando"

Una combinación de inflación alta y una desaceleración global pueden tumbar los mercados

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Alerta en las bolsas mundiales. "Los riesgos de estanflación están aumentando", según indican los analistas de Danske Bank en uno de sus últimos informes sobre el escenario económico global.

La combinación de claras señales de desaceleración mundial por un lado y de cuellos de botella generalizados en la producción de bienes y servicios, junto a la escasez de mano de obra, han suscitado los temores a un escenario de "estanflación" para la economía mundial.

El impacto de la variante Delta del Covid-19, sobre todo en la región de Asia-Pacífico, ha provocado un aumento de las restricciones en estos países. Además, ha tenido un efecto sobre la actividad económica en Europa y Estados Unidos, tal y como han mostrado los últimos datos económicos publicados.

Y los cuellos de botella en la producción de bienes y servicios, como la escasez de chips a nivel mundial, tanto en el sector de los automóviles como en otros sectores productivos, amenazan con provocar distorsiones e interrupciones de varios meses en las cadenas de suministro a nivel global.

Los expertos de Danske Bank se preguntan si estos problemas se solucionarán a corto plazo y serán transitorios, o si por el contrario tendrán un efecto prolongado, mucho más nocivo para el crecimiento mundial. Su valoración implica "un escenario de riesgo bajo de estanflación, con una probabilidad del 30%", que no obstante está aumentando.

"Si bien nuestro escenario base es que la inflación retrocederá en 2022 debido a una menor inflación de los precios de las materias primas y un aterrizaje suave en la economía global, vemos un riesgo creciente de que la escasez de mano de obra continúe por más tiempo y que la producción potencial se haya reducido", explican los analistas del banco danés.

Además, consideran que "los desafíos con la variante Delta durante el invierno podrían prolongar los problemas del transporte de mercancías y obstaculizar aún más la oferta de mano de obra". Así, explican que un resultado no deseado "podría ser un aumento de las presiones salariales a niveles no vistos en mucho tiempo y un aumento adicional de las expectativas de inflación".

Esto, en un escenario en el que los bancos centrales como la Reserva Federal (Fed) se plantean comenzar a retirar sus estímulos monetarios, puede crear un 'caldo de cultivo' peligroso para las bolsas, que cotizan cerca de sus máximos históricos en muchos caso (aunque no en el Ibex 35).

Según esta valoración, "el estancamiento económico y las presiones inflacionarias persistentes serían un escenario 'estanflacionario', que requeriría que los bancos centrales endurecieran la política a pesar de las economías más débiles".

Así, consideran probable que la Fed sea paciente al emitir un veredicto sobre la persistencia de una inflación más alta, pero eventualmente podría endurecer "más rápido" su política monetaria durante los próximos 6 a 24 meses "si las expectativas de inflación" se desanclaran de los niveles actuales.

En Europa, esperan que el BCE permita que la inflación aumente durante algún tiempo, aunque no descartan medidas "en el segundo semestre de 2022 si las presiones inflacionarias se mantienen elevadas durante el primer semestre y las expectativas de inflación aumentan aún más".

Otro riesgo importante que puede provocar una desaceleración aún mayor de la economía global es la posible quiebra del gigante inmobiliario chino Evergrande. "El contagio de Evergrande puede extenderse a otros promotores y ahora todo el mercado crediticio chino muestra un peligroso deterioro de la confianza de los inversores y parece probable que sólo la intervención del gobierno pueda detener la bola de nieve", señalan los expertos del banco danés.

Los analistas de Link Securities explican que las bolsas "se han visto muy penalizadas por el temor de los inversores a que la 'caída' de la promotora Evergrande tenga un impacto 'sistémico' que arrastre a la baja a los mercados de renta fija y variable chinos, impacto que podría terminar trasladándose también a los mercados occidentales".

"Cualquier desaceleración en China tendría implicaciones significativas. La situación también tiene ecos incómodos de 2015, cuando los temores sobre la deuda china provocaron una gran corrección del mercado", afirma Russ Mould, director de inversiones de AJ Bell.

"Una combinación de inflación y una desaceleración global, es decir, estanflación, es el gran temor que acecha a los inversores; y esto deberá abordarse si los mercados quieren recuperar su equilibrio", añade este experto. Así las cosas, el riesgo de estanflación debe ser tenido en cuenta por los inversores de cara a final de año.

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