¿Qué supone perder la triple A para Estados Unidos?: "Los imperios caen lentamente"

"La realidad es que la rebaja parece totalmente justificada", señala la gestora abrdn

estatua libertad new york

¿Qué supone la pérdida del rating triple A para Estados Unidos? En general, los expertos consideran que no habrá consecuencias significativas a corto plazo. Sin embargo, el recorte de calificación de Fitch a la mayor economía del mundo, que se suma al realizado por S&P en 2011, marca un nuevo capítulo en la decadencia del poder americano.

Como dice Farah Mourad, analista sénior de mercado de XTB MENA, "los imperios caen lentamente". Según su valoración, "es posible que la decisión de Fitch no desencadene actualmente grandes movimientos en el mercado, e incluso los que vemos, son el resultado de un momento sorprendente en el que apareció, no el razonamiento detrás de él".

"Sin embargo", añade, "es una especie de sello de no aceptación de la política económica estadounidense. ¿Washington tendrá inmediatamente un problema con la financiación del déficit? Absolutamente no. ¿Perderá el dólar su estatus de moneda de reserva a través de Fitch? Esto ciertamente no sucederá durante muchos años", asevera.

En su opinión, "la decisión debe verse como una señal de advertencia de que, sin cambios, la hegemonía financiera de EEUU decaerá. Este puede ser incluso el caso con una política económica sólida frente a la creciente competencia de Asia. Fitch, por otro lado, apunta a riesgos que podrían acelerar el paso del bastón de liderazgo. Así es como creemos que debe valorarse el recorte".

CONSECUENCIAS A MEDIO PLAZO

“Esperamos que las repercusiones de la rebaja de rating sean limitadas, ya que tras la rebaja de S&P en 2011, la mayoría de los inversores reescribieron sus cuentas de gestión de inversiones (IMA, por sus siglas en inglés) para dar cabida a los bonos del Tesoro estadounidense, independientemente de su calificación", explica Lisa Hornby, responsable de renta fija multisectorial estadounidense de Schroders.

"Dicho esto", añade, "a medio plazo, hará que los inversores se replanteen la carga de la deuda estadounidense y su sostenibilidad a estos niveles. Es muy inusual tener un déficit presupuestario del 8,5% en un periodo no recesivo y sospechamos que, con el tiempo, esto aumentará la prima por plazo exigida a los bonos del Tesoro estadounidense y presionará a la baja al dólar".

"En cuanto al sentimiento del mercado, esperamos que esta rebaja de Fitch sea mucho mejor digerida por los mercados de riesgo que la rebaja de S&P de hace 12 años, que coincidió con una crisis de la deuda soberana europea, fue la primera rebaja desde AAA y se asoció a un posible impago en contraposición a tendencias fundamentales a más largo plazo", concluye Hornby.

LA REBAJA "PARECE JUSTIFICADA"

James Athey, director de Inversiones de la gestora abrdn, comenta que "aunque en el seno de la Administración ha habido cierta resistencia, la realidad es que la rebaja parece totalmente justificada. La deuda en relación con el PIB supera ahora el 100%, frente a la media de los países con calificación AAA que se sitúa en torno al 40%".

Además, añade Athey, "se prevé que esta ratio aumente significativamente en los próximos años. Los costes de los intereses han aumentado de forma significativa, tanto en términos absolutos como en porcentaje del presupuesto global, e incluso al final de lo que se ha convertido en una importante fase alcista cíclica, EEUU sigue registrando un déficit presupuestario superior al 6%. También ha quedado claro en los últimos años que ni los demócratas ni los republicanos están dispuestos a situar la política fiscal en una senda más sostenible".

Aunque, en su opinión, "el mayor impacto sobre los rendimientos" de los bonos americanos "lo está teniendo el aumento de la oferta resultante del enorme déficit procíclico".

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