Fidelity alerta: "Aparecerán nuevas tensiones si no se relaja la política monetaria"

La gestora busca sectores y regiones con ventajas estructurales y rasgos defensivos

le batiment de la reserve federale a washington etats unis
Sede de la Reserva Federal de EEUU

¿Qué podemos esperar de los mercados en el segundo trimestre del año? La gestora Fidelity Investments ha publicado su visión para los próximos meses y comenta que la policrisis que anticipó para 2023 "ha entrado en una nueva fase". Y añade que, pese a que las economías habían empezado el nuevo año emitiendo señales de resistencia, las constantes subidas de los tipos de interés y el amplio endurecimiento monetario "están empezando a pasar factura".

En este escenario, considera que aunque la recesión es la evolución más probable en los países desarrollados conforme avance 2023, la reapertura de China podría dar cierto respiro a los mercados, de Oriente a Occidente.

Así, Fidelity International pone de relieve las tres tendencias que previsiblemente dominarán los mercados en este arranque del segundo trimestre del 2023.

ATERRIZAJE FORZOSO O ATERRIZAJE SUAVE

En un momento en el que están apareciendo grietas en el sector bancario a raíz del episodio de subidas de tipos más rápidas de la historia, el resultado más probable en los mercados desarrollados parece ser la recesión. A medida que avance el año, las nuevas subidas de tipos elevarán la probabilidad de un aterrizaje mucho más accidentado.

Andrew McCaffery, CIO global de gestión de activos en Fidelity International, afirma que "ante la persistencia de la inflación y la fortaleza de los mercados laborales, la Reserva Federal de EEUU no ha variado el rumbo hasta ahora. Mantener los tipos altos durante más tiempo intensificará la presión que sufre el sistema financiero y ya están empezando a aparecer fisuras.

Las quiebras bancarias de las últimas semanas han incrementado la presión, pero no creemos que sean un síntoma de riesgo sistémico en el sistema bancario. En la oleada de ventas actual ha tenido mucho que ver el deterioro del sentimiento, no de los fundamentales.

Muchos bancos están claramente mejor capitalizados que durante la crisis de 2008, la calidad crediticia y la liquidez son más elevadas, los tipos de interés siguen sosteniendo los beneficios de las entidades y los reguladores cuentan con herramientas para restaurar la confianza de los inversores. Aun así, la incertidumbre podría continuar durante las próximas semanas.

Aparecerán nuevas tensiones si no se relaja la política monetaria y la evolución más probable es una recesión cíclica durante los próximos doce meses en la que el desempleo aumente entre un 1% y un 3%. Sin embargo, podría darse una recesión más grave si la Fed no afloja la presión durante 2023”.

RIESGOS Y OPORTUNIDADES EN LAS EMPRESAS

McCaffery añade que "en este entorno de tipos más altos durante más tiempo, nuestros equipos de inversión están centrados en utilizar sus recursos de análisis ascendente para identificar valores con perfiles resilientes. Estamos buscando sectores y regiones con ventajas estructurales y rasgos defensivos, junto con valoraciones atractivas, que ofrezcan la mejor relación riesgo-recompensa".

A más largo plazo, las temáticas de la sostenibilidad, los cambios demográficos y la relocalización/deslocalización cercana siguen ofreciendo buenas oportunidades para obtener rentabilidades superiores”.

LA REAPERTURA DE CHINA

Mientras muchos países occidentales lidian con una inflación elevada, tipos de interés al alza y la posibilidad de una recesión, las perspectivas de Asia son más alentadoras y la reapertura de China ocupa un lugar protagonista. La clausura del Congreso del Partido Comunista el pasado mes de octubre dio pie a una nueva fase positiva para la inversión en el país, mientras que las reuniones del partido celebradas en marzo pusieron el acento en la agenda de crecimiento del gobierno.

La reapertura de la economía china espoleó el consumo, lo que, sumado a los estímulos monetarios y presupuestarios para generar una recuperación sostenida, más el efecto positivo en la confianza de los consumidores, debería propiciar un largo rebote y alumbrar nuevas oportunidades para los inversores.

Andrew McCaffery destaca que "una señal importante derivada de las sesiones parlamentarias celebradas en China a comienzos de marzo fue el mayor énfasis en el crecimiento económico de calidad, que requiere una reorganización de la economía desde un modelo de inversión orientado a las exportaciones a otro más equilibrado que descanse sobre el consumo y la industria nacional. Este enfoque quedó patente en el comedido objetivo de crecimiento anual de alrededor del 5% que se fijó en la reunión. Las autoridades podrían poner en marcha estímulos adicionales para sostener la economía, pero dando más prioridad a la calidad que al ritmo de la recuperación.

El gasto de consumo también ha emitido señales de rebote, alimentadas por la demanda contenida después de tres años de restricciones por el COVID. La recuperación completa podría no estar lejos. Sin embargo, los chinos de clase media están empezando a ser cautelosos. Para que la recuperación se sostenga, los consumidores deben elevar sus expectativas de renta y sentir la suficiente confianza para echar mano de la gran cantidad de ahorros que amasaron durante la pandemia. Reactivar e impulsar el consumo ha encabezado la lista de prioridades del gobierno desde el final de la política de Covid cero y esperamos que las autoridades apliquen más medidas de apoyo”.

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