¿Qué deparará 2024 a los mercados emergentes? Schroders ve oportunidades de inversión

Los expertos también advierten de riesgos que se deben tener en cuenta

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Debilidad económica de China o liderazgo tecnológico de Taiwán. Los mercados emergentes han ofrecido a los inversores una de cal y otra de arena en 2023. Pero ¿qué les deparará el nuevo año?

Los estrategas de Schroders creen que habrá oportunidades de inversión en renta variable emergente y que estarán marcadas por tres tendencias que afectarán de diferente modo a cada región: la descarbonización, la desglobalización y la demografía. Aunque también advierten que hay riesgos latentes.

Tal es el caso de China, que volverá a centrar la atención en 2024 y cuya desaceleración económica marcará la próxima década.

"Su economía necesita hacer una transición para dejar atrás un modelo de crecimiento basado en la inversión. La infraestructura ya está notablemente desarrollada y el boom inmobiliario que ha durado años ha provocado un exceso de oferta en muchas zonas del país. Los niveles de deuda son altos y las tendencias demográficas son, cada vez más, un lastre y apuntan al envejecimiento poblacional", explica Tom Wilson, responsable de renta variable de mercados emergentes de la gestora.

Además, el gigante asiático se enfrenta a la "trampa de la renta media", o lo que es lo mismo, a la pérdida de competitividad como país manufacturero de productos de gama baja por el incremento de los costes salariales. Una situación que pone de manifestó su necesidad de seguir escalando en la cadena de valor.

Y por si todo ello fuera poco, las tensiones geopolíticas con Estados Unidos se suman a las dificultades que atraviesa la economía.

"El gigante asiático está muy integrado en la economía global y sigue siendo muy competitivo, por lo que la diversificación de la cadena de suministro tardará años en materializarse del todo. El país crea innovación y es uno de los grandes beneficiarios potenciales de la descarbonización", añade Wilson.

Esto, unido al control del sistema financiero, brinda a China un importante margen en sus políticas. No obstante, para Schroders, en un mercado tan amplio y profundo, siempre habrá empresas que ofrezcan oportunidades.

"Ahora mismo, el sentimiento hacia China es muy negativo. Esta situación se refleja ahora en unas valoraciones baratas y el posicionamiento se ha ajustado notablemente. Las autoridades cuentan con el suficiente margen político para promover el crecimiento, al tiempo que se ve un claro deseo de estabilizar las relaciones con Estados Unidos", aseveran en la firma.

EL ASCENSO DE INDIA

India se presenta en 2024 como el contrapunto a China y puede que haya llegado su momento.

"La demografía juega a favor y la mano de obra abunda y es barata. Las políticas del Gobierno para mejorar la eficiencia fiscal, acrecentar la inversión en infraestructuras, reducir los impedimentos para el comercio entre los distintos estados indios e impulsar la sustitución de importaciones han mejorado las perspectivas de crecimiento", señala el experto.

Mientras tanto, la digitalización y la penetración de los teléfonos inteligentes brindan una oportunidad para mejorar la regularización de las actividades económicas y la intermediación financiera, la educación y la fijación de precios.

Sin embargo, desde Schroders estiman oportuno remarcar que sigue habiendo problemas con las infraestructuras, la burocracia, el proteccionismo, la cualificación de los trabajadores y la legislación laboral "y, a pesar de su tamaño, la India no es necesariamente la primera opción de los inversores extranjeros directos exportadores del sector manufacturero".

Es más, y aunque el país les parece una oportunidad de crecimiento estructural atractiva a medio plazo, "las valoraciones de este mercado son ahora mismo muy altas, y creemos que hay mejores oportunidades en otros mercados", comentan.

DESCARBONIZACIÓN Y DESGLOBALIZACIÓN

Corea del Sur y Taiwán se perfilan como grandes beneficiarios de la descarbonización y la desglobalización al ser mercados expuestos al comercio y a la tecnología en particular.

"Tenemos una visión estructural positiva sobre la tecnología en un contexto de creciente digitalización en todo el mundo. El 70% del índice de referencia de Taiwán lo componen valores tecnológicos; en Corea del Sur, son el 50%. Corea también cuenta con sólidas empresas de baterías que tienen excelentes perspectivas de crecimiento", agrega Wilson.

Otros mercados emergentes también son beneficiarios de la diversificación de las cadenas de suministro. La mezcla de infraestructuras, mano de obra cualificada y proximidad geográfica respaldan las perspectivas para México, Europa Central y la ASEAN.

"El impacto de las materias primas sobre los emergentes se ha reducido sensiblemente. Sin embargo, los requisitos de inversión en la transición energética respaldarán firmemente a determinadas materias primas, y eso beneficiará sobre todo a América Latina", matiza el analista.

OPORTUNIDADES CÍCLICAS

Los ciclos monetarios también pueden plantear una oportunidad. Los bancos centrales de los mercados emergentes, por lo general, están obligados a actuar con ortodoxia.

Por ello, para Schroders, en algunos países, ahora mismo hay margen para una importante flexibilización monetaria tras las agresivas subidas de tipos y la desinflación como, por ejemplo, en Brasil.

"También vemos oportunidades en el ciclo comercial, sobre todo en el sector tecnológico, en el que estamos sensiblemente sobreponderados", indican.

Asimismo, a la hora de evaluar a los mercados emergentes hay que tener en cuenta el comportamiento del dólar, que seguirá siendo un obstáculo a corto plazo.

"El dólar ahora parece altamente valorado, mientras que Estados Unidos soporta un importante déficit fiscal y por cuenta corriente. Una desaceleración económica que provocase una flexibilización monetaria y un aplanamiento de la curva de rendimiento tendría el potencial de aplacar la divisa, y eso mejoraría las condiciones de financiación de los mercados emergentes. Esto, unido a unas valoraciones por lo general atractivas, debería resultar muy propicio para la rentabilidad de la renta variable de mercados emergentes", concluye Wilson.

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