Los fondos españoles cobrarán a los clientes el análisis; los extranjeros, no

La MiFID II impone que los brokers ya no pueden regalar el 'research' a sus clientes

Schroders, Fund management

La nueva directiva MiFID II obliga a las gestoras de fondos a pagar a los brokers por el análisis. La norma en las gestoras internacionales es asumir ellas ese coste, pero la mayoría de las españolas ha decidido traspasarlo a sus clientes. Un gasto más que reducirá la rentabilidad de los inversores.

Así lo aseguran distintas gestoras de ambos grupos. Las principales firmas internacionales han anunciado que su política será absorber el coste del análisis en toda Europa, por lo que España no va a ser una excepción. Por el contrario, las gestores bancarias nacionales admiten que van a traspasarlo a los partícipes porque, en la situación actual de los márgenes del sector, no pueden renunciar a una sola comisión.

Estamos hablando de una media de 60.000 euros anuales en el caso de las firmas de análisis nacionales y de 100.000 euros al año en el de los bancos de inversión extranjeros, según fuentes del mercado.

No obstante, otras gestoras independientes españolas sí van a seguir el ejemplo de los gigantes internacionales. Es el caso de Cobas, la firma de Francisco García Paramés, que ha anunciado que va a asumir los gastos de análisis: "Los clientes en España ya pagan una comisión lo suficientemente alta como para no trasladarles otros costes añadidos", asegura el conocido gestor.

FIN DEL ANÁLISIS GRATIS

La MiFID II quiere acabar con la práctica habitual de los brokers y bancos de inversión de regalar el análisis bursátil a sus clientes (los principales son los fondos de inversión) a cambio de que operen con ellos y les dejen las correspondientes comisiones. Esto supone un claro conflicto de interés, por lo que las autoridades europeas han impuesto que el análisis no se puede regalar y que debe tener un precio. La cuestión es quién lo paga. Ahí es donde radica el debate actual.

El problema es que se trata de un coste añadido a las comisiones que ya pagan los partícipes por invertir su dinero en estos productos. Y, como dice Paramés, estas comisiones son notablemente elevadas -como media- en España puesto que tienen que remunerar no solo al gestor del fondo, sino, sobre todo, a la red comercial de los bancos que lo colocan entre sus clientes.

REDUCCIÓN DRÁSTICA DEL ANÁLISIS

La otra gran consecuencia de la nueva norma es que todas las gestoras van a recortar radicalmente los análisis que reciben; si hasta ahora accedían a todos (eran gratis), al tener que pagarlos van a ser enormemente selectivos y se van a quedar solo con aquellas firmas que aporten valor añadido. Hay que tener en cuenta que las gestoras tienen sus propios analistas 'in-house' y que no es imprescindible tener 'research' externo.

Según distintas fuentes de mercado, los elegidos serán los grandes bancos de inversión (y no todos) y algunas boutiques especializadas en tipos de activos o sectores concretos. El resto está abocado a reconvertirse o desaparecer.

En todo caso, el Parlamento todavía no ha traspuesto la MiFID II pese a que el plazo acabó a finales del año pasado. Y aunque algunas partes de esta larguísima norma son de aplicación directa, lo referido al análisis no lo es. Por tanto, habrá que esperar a que los políticos aprueben la ley española para que entre en vigor el nuevo sistema.

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