Todos los años Hacienda revisa millones de declaraciones, especialmente las que presentan datos sospechosos. Estos son los indicios que sigue la Agencia Tributaria en su búsqueda de defraudadores
A nadie le gusta que le investiguen y mucho menos si quien lo hace es la Agencia Tributaria. Cuando Hacienda inicia un proceso de investigación o simplemente pide más datos sobre la declaración a un contribuyente es que ha visto algún tipo de indicio de delito o de fallo.
En la mayoría de los casos se trata del segundo caso, contribuyentes que olvidaron incluir algún ingreso o lo consignaron mal por falta de conocimientos -aquí puedes ver los errores más habituales en la declaración dela renta-. Sin embargo, en otras ocasiones Hacienda se pone manos a la obra porque ha detectado indicios de fraude, de que una persona está viviendo por encima de sus posibilidades.
Qué indicios sigue Hacienda
La experiencia es un grado en el caso de la Agencia Tributaria, que ha aprendido los elementos más habituales en un caso de fraude y los indicios que deben hacerle sospechar y poner en marcha la maquinaria inspectora.
Lo primero en lo que se fijará Hacienda para detectar fraude son las compras relacionadas con el lujo. Coches de gama alta, joyas, barcos, obras de arte… En términos generales cualquier adquisición que se salga de la norma. La Agencia Tributaria acudirá a las declaraciones de la renta para averiguar si los ingresos declarados son capaces de soportar el nivel de gasto.
En este proceso, la Agencia Tributaria recurrirá a diferentes organismos, como el Registro de Vehículos de la Dirección General de Tráfico (DGT= que le dirá quien ha comprado un coche y el precio. Esta comprobación se repitirá en el caso del alquiler de amarres de puertos, aunque el problema en este punto son los millonarios que pagan el amarre a través de sociedades en el extranjero para ocultar su patrimonio. Esta práctica también es habitual en el caso de los vehículos y el alquiler de vivienda.
Para saber quien compra una vivienda, Hacienda consulta los datos de las notarías, registros de propiedad y del catastro con la declaración de patrimonio. Este sistema también se usa para detectar alquileres ilegales o no declarados, para lo que la AEAT también se vale de los consumo de gas y electricidad. De hecho, estos últimos sirven además para determinar si una vivienda está o no habitada y destapar fraudes de personas que incluyen segunda casas como vivienda habituales para beneficiarse de una deducción por vivienda que no les corresponde.
El problema es que Hacienda usará el catastro o el consumo del hogar según le convenga más en cada momento para defender su versión a la hora de denunciar cuestiones relacionadas con la vivienda habitual, como ya explicamos en otro post.
Las fuentes de información de Hacienda también incluyen a los bancos que, para empezar están obligados a informar de determinado tipo de operaciones que puedes consultar aquí. Además, puede solicitar información sobre movimientos bancarios y uso de tarjetas que delatarán a quien ejerce una actividad económica sin estar dado de alta o a quienes declaran menos de lo que en realidad facturan. Aquí puedes consultar qué información le da automáticamente tu banco a Hacienda.
Esto mismo ocurre con las ganancias y pérdidas en bolsa. Incluso el juego está bajo el escrutinio fiscal. Las casas de apuestas online y por supuesto las de Loterías y Apuestas del Estado también deben informar a la AEAT si esta lo requiere sobre cuánto ha ganado o dejado de ganar un contribuyente.
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