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Los estrategas de Bank of America (BofA) han hecho una serie de cambios en su lista de recomendaciones a la hora de invertir en bolsa. En concreto, han decidido rebajar la minería a 'neutral', tras la reciente fortaleza mostrada por las compañías del sector, al tiempo que han decidido elevar a 'sobreponderar' el lujo, el software y las empresas de pequeña capitalización sobre las de gran capitalización. ¿A qué se deben estos cambios?

Tal y como explican los analistas del banco estadounidense en su último informe de estrategia, la explicación es clara: han decidido posicionarse así ante el escenario que esperan para las bolsas ahora que los datos macroeconómicos de EEUU han comenzado a debilitarse, al tiempo de que las encuestas de crecimiento se desvanecen, el mercado laboral ya no es tan fuerte y la confianza del consumidor cae en el país.

"Después de 18 meses prósperos, los datos macroeconómicos de Estados Unidos están mostrando signos de debilitamiento", defienden estos expertos, que recuerdan que las encuestas PMI e ISM cayeron en abril, los datos del mercado laboral empeoraron (como se refleja en el desvanecimiento de las condiciones de contratación del NFIB, la desaceleración del crecimiento de las nóminas no agrícolas y una tasa de desempleo en aumento).

Además, recuerdan, se produjo la caída de la confianza de los consumidores (junto con la caída de las expectativas de ingresos reales, un aumento de las probabilidades percibidas de pérdida de empleo y una renovación de las intenciones de vacaciones) y el mercado inmobiliario se ha deteriorado nuevamente.

En su opinión, "el debilitamiento de estos indicadores ha contribuido a empujar el índice de sorpresa económica de Estados Unidos a territorio significativamente negativo por primera vez desde principios del año pasado", y eso es algo que no se puede obviar a la hora de invertir en renta variable.

De momento, remarcan desde BofA, el mercado de valores se ha mantenido "resistente" a pesar del desvanecimiento del impulso macroeconómico estadounidense por varios motivos. Primero, por el "enfriamiento" del crecimiento estadounidense, que ha ayudado a "mitigar las preocupaciones sobre una economía sobrecalentada".

Segundo, dicen estos analistas, por la "debilidad de los datos", que no obstante "siguen siendo ambiguos" ya que a pesar de la caída, hay diversos indicadores (como el rastreador de crecimiento del PIB de EEUU de la Reserva Federal de Atlanta o las expectativas del consenso) que siguen apuntando a una reaceleración económica. Por último, desde BofA se refieren al hecho de que la atención de los inversores "se está desplazando hacia el resto del mundo en busca de apoyo macroeconómico continuo". Es decir, ya va más allá de Estados Unidos.

Pero, en cualquier caso, remarcan, la historia dice que la debilidad macroeconómica de EEU "aún tiene que avanzar", dado que indicadores "más confiables" al respecto "están todos en su lugar". Estos analistas se refieren a la política monetaria estricta, los bajos niveles de capacidad de ahorro, una tasa de desempleo inferior al 4% y una curva de rendimiento invertida.

"Los típicos retrasos en la transmisión sugieren que el viento en contra del ajuste monetario se intensificará hasta finales del tercer trimestre y principios del cuarto trimestre, mientras que el considerable apoyo de la política fiscal probablemente haya quedado atrás", explican al respecto.

Y una vez que la debilidad macroeconómica de EEUU se intensifique, esperan que se refleje en un "debilitamiento del impulso del crecimiento global", lo que provocará que "la actual despreocupación del mercado ante la debilidad de los datos macroeconómicos de Estados Unidos dé paso a crecientes preocupaciones sobre los riesgos macroeconómicos a la baja".

De ahí el cambio de valoraciones. "Rebajamos la minería de 'sobreponderar' a 'neutral' después de la reciente fortaleza, y elevamos los bienes de lujo, el software y las empresas de pequeña capitalización sobre las de gran capitalización de 'neutral' a 'sobreponderar'", indican estos expertos en el mencionado informe.

Además, señalan que siguen siendo negativos con respecto a las acciones europeas, y es que creen que un descenso de la inflación estadounidense en respuesta a niveles aún bajos de tensión en la cadena de suministro "podría respaldar al mercado en el corto plazo a través de una reevaluación moderada de la Reserva Federal".

"Sin embargo, una vez que la debilidad del mercado laboral estadounidense se intensifique, esperamos que se convierta en el motor dominante del mercado, lo que provocará un aumento de la prima de riesgo y una disminución de las expectativas de beneficios por acción", lo que acabará por afectar a la bolsa del Viejo Continente, dicen.

Su pronóstico es el de una caída del 15% hasta 450 puntos para el Stoxx 600 durante el primer trimestre del próximo año, frente a los 420 que estiman para el cuarto trimestre de este ejercicio. Además, opinan que los valores cíclicos frente a los defensivos tendrán un rendimiento inferior del 15% en el primer trimestre.

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