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Mazda CX-5 SKYACTIV-D

Mazda CX-5

En este post se hablará sobre el Mazda CX-5 con 175 caballos de propulsión. Un coche de carretera pero que presta sus rendimientos suficientes en campo. Un coche con el que el conductor sentirá sensaciones positivas en prácticamente cualquier situación.

Motor SKYACTIV

Con una potencia de 175 caballos el motor SKYACTIV-D presta un par máximo de 420 Nm a las 2.000 revoluciones por minuto. Se trata en concreto de un propulsor de 2.2 litros con cuatro cilindros empleando un turbocompresor para poder generar la potencia mencionada. Estos rendimientos resultan en prestación de potencia del motor de manera sensible y refinada. Sin apenas ruidos o vibraciones alcanzaremos tras unos minutos al haber arrancado el motor un alto régimen de giro.

Con un cambio sin ningún programa de conducción, es decir sin ninguna posibilidad de elegir un modo deportivo o de ciudad, podremos realizar cambios suaves. Éste cambio manual se realiza desde una palanca para ello dispuesta.

Consumos

El Mazda CX-5 SKYACTIV-D ofrece unos consumos que dejan que desear. Tiene un consumo mixto marcado por el fabricante en 5,5 litros a los cien kilómetros pero informaciones externas al fabricante indican que llega hasta los 6,3 litros. No obstante es un cifra que se mantiene en la línea de coches rivales. Pero la tecnología SKYACTIV de Mazda ya podría ser algo mejor.

En recorrido urbano el coche da unas valores de siete litros a los cien según las fuentes externas. Cifra que en recorrido no urbano se reduce drásticamente a los 5,5 litros.

Un SUV con prestaciones de carretera

Es bien sabido que los SUV son coches pensados para el asfalto. Si bien su aspecto rudo y vasto puede confundir, es importante saber que éstos coches son más de carretera que de campo. No obstante todos los SUV también hacen sus pinitos en campo. No es distinto con el Mazda CX-5.

En carretera su comportamiento dinámico con unas suspensiones que soportan los 1.500 kilogramos del coche es muy bueno. En campo dejando a un lado si buscas hacer locuras de todoterreno, algo impensable para cualquier SUV, el Mazda CX-5 reacciona positivamente. Tiene una altura considerable al suelo lo que le da libertad en las irregularidades campestres.

En definitiva, un coche como todo SUV pensado también gracias su buen confort para largos recorridos. Un coche que dará ciertos resultados positivos en momentos de locura campestre del conductor pero siempre en terrenos no demasiado abruptos.

Fuente: actualidadmotor