Lincoln SS-100-X, el coche en el que asesinaron a Kennedy
Este mes se cumplen 50 años del magnicidio más sonado de la historia desde Julio César: el asesinato del presidente estadounidense John F. Kennedy, mientras desfilaba junto a su comitiva por las calles de Dallas, en el asiento trasero de un Lincoln SS-100-x. Vamos a conocer un poco más este modelo, un clásico donde los haya.
Lo primero que debemos explicar que la denominación de SS-100-X fue el nombre en clave del Servicio Secreto de los Estados Unidos para la limusina presidencial, un vehículo basado en un Lincoln del 1961 que entró al servicio de la Casa Blanca en marzo de 1961.
Un vehículo convenientemente «tuneado» para poder cumplir con sus funciones presidenciales: un motor de 350 CV de potencia construido a mano, pintado de un elegante color azul medianoche, una carrocería retocada en la que se incorporaron peldaños retráctiles y asideros para los agentes de seguridad y varios tipos de capotas, ninguna de ellas blindada a prueba de balas, por cierto.
Dallas, 22 de noviembre de 1963
Ese día el hasta entonces anodino Lincoln del presidente pasaría a la historia. Todo el planeta vio su alargada silueta por televisión en unas imágenes impactantes, en las que Kennedy recibía el brutal impacto de bala en su cabeza. El Lincoln SS-100-X se convertía así en una estrella mediática, aunque por motivos luctuosos.
Después de aquel terrible suceso el coche fue devuelto a la factoría Hess y Eisenhardt donde fue reconstruido a partir de cero. ¿Acaso había algo que ocultar a la opinión pública?
Nunca lo sabremos. En teoría, había que reforzar su protección: titanio para la chapa, vidrios y neumáticos a prueba de balas y una capota fija. Con este nuevo aspecto el SS-100-X pudo seguir en servicio hasta 1971. Años después fue a parar al Museo Henry Ford en Michigan, donde hoy todavía se exhibe al público.
Si este coche pudiera haber hablado y hubiera podido contar lo que vio aquel fatídico día, tal vez se habría resuelto el enigma de quién mató realmente a JFK. Puestos a imaginar…
Fotos – American Classic Cars
