Bolsamania

El inolvidable Mercedes 300SL

 Mercedes

Toda persona que se haya cruzado algún día con un Mercedes 300 SL se acuerda. Con su estilo atípico, debido concretamente al sistema de apertura de las puertas sorprendente, y su potencia, este pequeño bólido de los años 50 ha entrado en la historia del automóvil. Veamos un coche deportivo legendario.

Todo comienza en las 24h de Le Mans

En el origen de este modelo atípico está las 24 horas de Le Mans. El Mercedes 300 SL gana la célebre carrera en 1952. Frente a este éxito, la marca decide lanzar el modelo en el mercado del vehículo.

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Es por sus puertas que el Mercedes 300 SL recibe el nombre de «gullwing», literalmente «ala de gaviota». Más que una innovación desde un punto de vista del diseño, esas puertas «mariposa» responden de hecho a un problema técnico. El chasis del 300 SL remonta hacia arriba: imposible incorporar un sistema de apertura de puertas clásico.

Para penetrar en el habitáculo del coche, hay que ser flexible, y es toda una técnica. El volante es móvil para dejar pasar las piernas del conductor. Para mejorar esos aspectos incómodos, una versión roadster fue lanzada en 1957.

El coche más rápido del mundo

160 km/h, esa es la velocidad que podía alcanzar el vehículo gracias a su inyección directa, la primera de su género. Y cuando recordamos a qué velocidad podían ir los coches de aquella época, no es de extrañar que se le haya clasificado como el coche más rápido del mundo en los años 50.

El motor del Mercedes 300 SL

La proeza es posible gracias al trabajo efectuado por Mercedes para aligerar el chasis y a su diseño, muy estudiado para optimizar el aerodinamismo del coche. Resultado: el coche alemán pasaba de 0 a 100 en menos de 10 segundos.

Foto – Masculin