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BYD quiere conquistar Japón con su primer kei car eléctrico: ¿el as bajo la manga frente al Nissan Sakura?

La movilidad eléctrica en Japón está a punto de recibir un nuevo impulso. Y no viene de la mano de ningún fabricante local, sino de un gigante extranjero: BYD. La marca china, que ya ha superado a Toyota en ventas de eléctricos puros dentro del país nipón, prepara su asalto al segmento más peculiar y característico del mercado japonés: el de los kei cars.

¿Qué son los kei cars y por qué son tan importantes?

Los kei cars (abreviatura de “keijidōsha”) son una categoría única de vehículos que surgieron tras la Segunda Guerra Mundial con el objetivo de democratizar la movilidad. Su normativa es estricta: no pueden medir más de 3,4 metros de largo ni superar los 1,48 metros de ancho, y su potencia máxima está limitada a 64 CV. A cambio, obtienen ventajas fiscales, seguros más baratos y una enorme facilidad para circular y aparcar en las densas urbes japonesas. Representan nada menos que el 40% del mercado automovilístico del país.

Aunque tradicionalmente han sido modelos de combustión, desde hace unos años algunas marcas han comenzado a electrificarlos. El más exitoso hasta ahora es el Nissan Sakura, con una batería de 20 kWh, autonomía de hasta 180 km y un precio de partida de unos 15.800 euros. Un producto claramente orientado al día a día urbano, donde la autonomía no es un problema y la eficiencia lo es todo.

BYD se lanza a por el pastel: su primer kei car eléctrico llegará en 2026

Según informa el medio japonés Nikkei, BYD se convertirá en el primer fabricante extranjero en desarrollar un kei car100% eléctrico diseñado específicamente para Japón. El objetivo es claro: capitalizar un segmento que aún tiene escasa oferta eléctrica y que puede ser clave para aumentar su cuota de mercado en el país.

Pese a que Japón no está destacando precisamente en electrificación —en 2024 apenas el 2% de los coches nuevos vendidos fueron eléctricos puros, y el segmento cayó un 33% respecto al año anterior—, BYD va contracorriente. En tan solo un año ha incrementado sus ventas un 54%, alcanzando las 2.223 unidades en 2024. Su gama actual incluye modelos como el Dolphin, Atto 3, Seal y Sealion 7, todos con buena aceptación entre los consumidores japoneses.

El próximo modelo, diseñado desde cero para cumplir con la normativa kei, llegará en 2026 y promete ser más competitivo que su principal rival, el Nissan Sakura. Se estima que su precio de salida rondará los 15.400 euros, lo que podría ser un punto clave para atraer a compradores que buscan un segundo coche urbano eficiente, sin renunciar a las ventajas fiscales.

¿La clave para la electrificación masiva?

La jugada de BYD podría marcar un antes y un después. Si logra ofrecer un producto tan o más atractivo que el Sakura, podría dinamizar por fin el segmento eléctrico en Japón, donde la electrificación va a un ritmo mucho más lento que en China o Europa. Para ello, tendrá que superar no solo los retos técnicos —como el empaquetado de batería en un chasis tan reducido—, sino también convencer a un consumidor tradicionalmente fiel a las marcas locales.

Lo que está claro es que BYD no quiere ser un actor secundario. Su apuesta por el mercado japonés va muy en serio, y con un kei car eléctrico accesible y eficiente, tiene todas las papeletas para revolucionar un segmento que hasta ahora parecía estancado.