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¿Qué sucede cuando no pagas el préstamo del coche?

prestamo coche
Pagar un coche en efectivo no es un método demasiado común, por eso siempre acabamos recurriendo a la financiación. En este sentido, uno de los problemas más comunes es el impago de alguna o de las letras del vehículo, sobre todo en el actual entorno económico de una de las cifras de paro más altas de la historia. Pese a ello, la tasa de créditos dudosos ha disminuido al 10,4% según las cifras emitidas por el Banco de España.

Ahora bien, ¿qué sucede en caso de que no podamos afrontar el pago del préstamo? En primer lugar, en el momento de la firma del contrato del préstamo se especifica cuáles son los intereses de demora que se aplicarán en caso de impago. Los intereses de demora en lagunos casos pueden ser de hasta el 29% TAE. La situación se complica cuando se trata de préstamos personales como el denominado préstamo coche que ofrecen algunas entidades financieras, ya que además de los intereses de demora se aplicará una comisión por reclamación de posiciones deudoras de, en torno, a 35 euros.

Si no se paga la deuda en un plazo de seis meses, la entidad financiera podrá reclamarla de manera judicial pudiendo llegar a embargar bienes tlaes como vivienda, coche o nómina para saldar la deuda que se haya puesto como garantía en el momento de efectuar el préstamo.

Soluciones para evitar el impago de la cuota del préstamo del coche

Así pues, está claro que la solución es evitar el impago porque podemos llegar a perder el propio vehículo, para lo que podemos tener en cuenta una serie de alternativas:

1. Ampliar el plazo de amortización del préstamo, o lo que es lo mismo, ampliar el plazo de pago del préstamo. Por ejemplo, si se financió a 5 años, ampliarlo a 8 años, aumentando con ello el pago de intereses a largo plazo pero dándonos un respiro en el más inmediato corto plazo.

2. Período de carencia; no siempre es posible, pero se podría intentar negociar un período de carencia durante el cual sólo se paguen intereses y no se amortice capital de la deuda.

3. Rebajar el tipo de interés del préstamo. Se trata de pactar con la entidad bancaria una renegociación del tipo de interés a la baja, para lo que será fundamental evaluar el tipo de relación que mantengamos con la entidad financiera y nuestro historial de crédito.

4. Venta del vehículo. Se trata de la solución más drástica, sobre todo si tenemos en cuenta que en la actualidad la valoración de los vehículos ha caído en picado (aunque los Toyota son los que menos valor pierden con los años) y puede darse el caso de que exista reserva de dominio, impuesta por la entidad financiera en las condiciones del préstamo del coche.

5. Alquilar nuestro coche y obtener dinero. Puede ser una solución aún más desesperada, pero efectiva. Nos privamos del uso de nuestro vehículo de manera temporal alquilándoselo a alguien, obteniendo así dinero para poder hacer frente al pago de la cuota del préstamo. En este sentido, páginas web como Social Car pueden sernos de utilidad.

Fuente: Bankimia