Wellington: "Si los bancos centrales no actúan pronto, agravarán el riesgo de recesión"

El endurecimiento del crédito es otro de los problemas a los que se enfrentan los inversores

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Powell, Lagarde y BaileyAlberto Sánchez

Desaceleración, reflación, crisis bancaria... son algunos de los escenarios por los que la economía ha pasado en estos primeros meses de 2023. Ante un entorno tan volátil, cambiante e impredecible como el actual, los inversores se enfrentan a un ciclo en rápida evolución y con unos riesgos macro que tienen un punto en común: la recesión.

"Aunque el vertiginoso ritmo actual de cambios pueda ser atípico, en el nuevo régimen los ciclos avanzan más rápidamente a través de sus diferentes fases, lo que se traduce en una variedad mucho más amplia de resultados posibles. Por tanto, es fundamental ser ágil y mantener una actitud abierta", afirma John Butler, estratega macroeconómico en Wellington Management.

La caída de Silicon Valley Bank ha desatado en EEUU una crisis bancaria cuya onda expansiva se ha cobrado otras víctimas como Signature Bank o, más recientemente, First Republic.

Las preocupaciones en torno a los bancos regionales americanos siguen vigentes en los mercados y los desafíos que afronta el sector financiero repercutirán negativamente en la economía real por el endurecimiento de las condiciones crediticias y el menor ritmo de crecimiento de los préstamos en un momento ya de por sí complicado para los salarios reales.

De hecho, la Encuesta de Opinión de Oficiales Superiores de Préstamos de la Reserva Federal (SLOOS, por sus siglas en inglés) ha mostrado que los bancos informaron de estándares crediticios más estrictos y una demanda más débil de los préstamos comerciales.

En el Viejo Continente, el Banco Central Europeo (BCE) también ha apuntado que los criterios de concesión de crédito se endurecieron "sustancialmente" durante el primer trimestre del año y que el ritmo de endurecimiento neto se mantuvo en el nivel más alto desde la crisis de deuda soberana de la eurozona en 2011.

Sin embargo, Butler cree que aún es pronto para saber con certeza cómo evolucionarán las restricciones al crédito y señala que estimar la magnitud de las restricciones en su totalidad tardará algún tiempo.

"Por el momento, espero que persista la volatilidad en los mercados y que estos oscilen al compás de las noticias, sobre todo del sector bancario. No obstante, pienso que la atención del mercado se está trasladando de la inflación a la recesión, por lo que, en cuanto los bancos centrales se detengan a evaluar la situación, el mercado descontará una rebaja de los tipos en lugar de una subida", analiza el experto de Wellington Management.

EL PAPEL DE LOS BANCOS CENTRALES

Otro de los riesgos a los que se enfrentan los inversores es que el endurecimiento monetario llevado a cabo por los bancos centrales derive en un "aterrizaje forzoso" de la economía que se vería agravado por la actual crisis bancaria.

"Existe el riesgo de que los bancos centrales no actúen lo bastante pronto como para evitar una recesión grave dada la aceleración del ciclo, el cual está marcado por un desempleo en mínimos de 40 años en todo el mundo y una inflación persistente en niveles altos en la mayoría de los países", destaca Butler.

Las últimas subidas de tipos de la Reserva Federal (Fed) y del Banco Central Europeo (BCE) han mandado las primeras señales de un cambio de actitud en su endurecimiento monetario, aunque ninguno de los dos organismos ha adelantado un recorte de las tasas.

La Fed cumplió con el guion previsto y acometió un alza de 25 puntos básicos, pero dejó la puerta abierta a una pausa al no hacer referencia en su comunicado a que serán necesarias más subidas de tipos para restaurar la estabilidad de precios.

El BCE, por su parte, moderó sus alzas y también subió las tasas en 25 pb, vinculando el futuro de los tipos a la evolución de los datos y de las condiciones del sector financiero.

"A mi parecer la actual crisis ha devuelto a los gobernadores de los bancos centrales la fe en la capacidad de la política monetaria para alcanzar sus objetivos, aunque sea con retraso, por lo que tal vez estén más dispuestos a esperar para ver el completo alcance de sus medidas", valora el experto.

EL CAMINO A SEGUIR

El endurecimiento de las condiciones de crédito podría provocar una recesión sin necesidad de subidas de tipos adicionales y, si bien la inflación cíclica suele caer durante las crisis, "las recesiones de la década de los setenta pusieron en evidencia que estas, por sí solas, no bastan para aplacar la inflación estructural", puntualiza Butler.

En cambio, en un escenario alternativo, con contracción del crédito y recesión profunda, el experto prevé que sí que lo lograría, pero opina que es poco probable que los reguladores acepten esa posibilidad habida cuenta del riesgo inherente de inestabilidad y deflación.

"La reciente conmoción podría abonar el terreno para una mayor inflación a medio plazo y un aumento de las primas de riesgo y de los tipos de interés a largo plazo", subraya.

En todo caso, "para afrontar ese posible escenario con cierto grado de certeza, antes debemos evaluar los riesgos de recesión previstos, lo cual constituirá un elemento central de nuestro análisis", concluye Butler.

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