¿Han subido demasiado los bancos españoles? BofA recorta su consejo

Sabadell se ha revalorizado un 60% en lo que llevamos de año

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Alberto Sánchez

En lo que llevamos de año, los bancos españoles han subido con ganas. Sabadell, por ejemplo, ha avanzado casi un 60% en el acumulado desde el 1 de enero de 2022, a la vez que CaixaBank ha subido un 40%, Bankinter se ha revalorizado más de un 30%, y BBVA y Santander han registrado alzas superiores al 15%. Con estas cifras, que van en consonancia con el resto de entidades europeas, y el entorno macroeconómico, Bank of America ha recortado su recomendación para el conjunto del sector en el Viejo Continente hasta 'mantener' desde 'sobreponderar'.

"Después de un rendimiento superior en más de un 50% desde finales de 2020, los bancos europeos ya han descontado la modesta subida adicional del rendimiento de los bonos estadounidenses a 10 años que esperamos, mientras que sobrepasan significativamente sus relaciones con los PMI de la zona euro y los diferenciales de alto rendimiento de EEUU", argumentan en su último informe. La hipótesis que manejan apunta a que no habrá más subidas, lo que les lleva a rebajar al conjunto del sector.

Asimismo, recomiendan 'infraponderar' al de la energía y reducen su postura sobre el 'value' frente al 'growth', de 'sobreponderar' a 'mantener', tras un rendimiento superior del 15% desde diciembre.

En esta línea, siguen infraponderando las acciones cíclicas europeas frente a las defensivas. Las previsiones sobre el desvanecimiento de los PMI y la renovada fortaleza del dólar estadounidense son coherentes con un nuevo rendimiento inferior moderado de este tipo de acciones, al igual que las estimaciones que manejan de una mayor ampliación de los diferenciales de alta rentabilidad de EEUU, dado que las acciones de productos cíclicos "suelen tener un rendimiento inferior a los defensivos en periodos de aumento de los diferenciales de crédito".

En general, los analistas de Bank of America siguen negativos respecto a la renta variable europea, debido al debilitamiento de los PMI y el aumento de los rendimientos de los bonos reales por la actitud más agresiva de los bancos centrales, que se traducirá en una caída del 9% del Soxx600 a finales de año.

LA REVERSIÓN DEL COMPORTAMIENTO DE LAS PRIMAS DE RIESGO

Precisamente, esta situación de un giro más 'hawkish' de los organismos monetarios, junto con una ralentización del crecimiento, ha comenzado a revertir el comportamiento de las primas de riesgo. Los diferenciales de alta rentabilidad de EEUU han subido unos 50 puntos básicos desde su mínimo de recuperación, mientras que el diferencial de los 'swaps' de activos italianos, un indicador del riesgo soberano de la zona euro, ha subido por encima de los 100 puntos básicos por primera vez desde finales de 2020.

Es por ello que estos analistas esperan que los diferenciales de crédito sigan siendo vulnerables a la reevaluación de los inversores de los crecientes riesgos macro. Además, advierten que la ralentización del crecimiento y los bancos centrales más diros van a desencadenar una mayor ampliación de los diferenciales. Por último, esperan más alzas en los diferenciales periféricos de la zona euro a medida que el programa de Expansión Cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) del Banco Central Europeo (BCE) termine.

Una situación para la que todavía quedan algunos meses, si se atiende al programa de salida aprobado en la reunión del Consejo de Gobierno de diciembre. En él, se decidió acabar con las compras netas de activos al amparo del programa de emergencias pandémico (PEPP, por sus siglas en inglés) a partir de marzo de 2022, duplicando el programa de compras de activos (APP, por sus siglas en inglés) hasta los 40.000 millones de euros para ir recortándolo con el paso de los meses a lo largo de este año.

Sin embargo, tras la reunión de enero, Christine Lagarde, presidenta del BCE, no confirmó que no fuera a subir los tipos en 2022, aunque sí dijo que esta medida solo se aplicará cuando el organismo termine con los programas de compras de activos.

Esta semana ha advertido que subir los tipos con precipitación no resolvería los problemas de la inflación, enfatizando que de llevarse a cabo muy pronto podría perjudicar a la "recuperación de nuestras economías", que "podría ser considerablemente más débil y se pondría en peligro el empleo".

La ampliación de los diferenciales, de darse, respaldará la opinión bajista no consensuada sobre el mercado, "ya que el Stoxx 600 tiende a bajar en periodos de ampliación de los diferenciales, porque una prima de riesgo crediticio creciente se irradia a otras clases de activos como la renta variable".

FITCH CONFÍA EN LOS BANCOS ESPAÑOLES

Por otro lado, desde Fitch Ratings esperan que la rentabilidad operativa de los bancos se mantenga estable o mejore ligeramente en 2022, apoyada por el continuo impulso de los ingresos por comisiones a medida que los hogares utilizan parte de sus ahorros en productos generadores de comisiones y nuevas oportunidades de préstamo. Explican que la actividad de nuevos préstamos se recuperó durante 2021, mientras que se espera que en 2022 el ritmo sea más lento. La nueva financiación al consumo ganó tracción a finales del año que acabamos de dejar, mientras que se espera un mayor potencial de crecimiento en el actual.

"Las medidas de reducción de costes adoptadas en 2021 deberían ayudar a los bancos a obtener ganancias de eficiencia en 2022, a pesar de las presiones inflacionistas", explican desde Fitch, que añaden que las grandes entidades "apuntan a una estabilidad o a un ligero descenso de los gastos por deterioro de los préstamos/créditos brutos en 2022, lo que consideramos creíble dada la resistencia de la calidad de los préstamos y la posibilidad de que se liberen las reservas relacionadas con la pandemia, que siguen sin utilizarse en su mayor parte".

Estos analistas sostienen que Santander y, en menor medida, BBVA deberían seguir beneficiándose de sus sólidas franquicias minoristas internacionales, especialmente en Latinoamérica, y de sus mejores ratios de costes/ingresos. Mientras, tras la integración, CaixaBank está bien situada para apoyarse en su franquicia nacional líder y diversificada para respaldar el crecimiento de los ingresos. Sabadell, por su lado, va por delante de su plan estratégico, sobre todo en los objetivos de rentabilidad y en la transformación de su filial británica, aunque existen riesgos en la evolución de su cartera de préstamos.

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