Bank of America no compra el rally: "Somos bajistas tácticos hasta Halloween"

"El riesgo de un evento crediticio sigue siendo extremadamente alto"

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Decoración de Halloween Carlos Luján - Europa Press

Los analistas de Bank of America no están comprando la idea de que las bolsas mundiales han hecho suelo y de que lo peor ha pasado para los mercados de renta variable. "El riesgo de un evento crediticio sigue siendo extremadamente alto", advierten sus estrategas.

Somos bajistas tácticos hasta Halloween”, indican sus estrategas en uno de sus últimos informes. En su opinión, el mercado seguirá bajando hasta niveles de 3.300 puntos en el S&P 500 para forzar un “pánico político” y una respuesta contundente durante la cumbre del G20, que se celebrará el 15 y 16 de noviembre en Indonesia.

Posteriormente, esperan un fuerte rebote del mercado, aunque consideran que “el gran suelo” de las bolsas no se alcanzará hasta el primer trimestre de 2023, cuando se producirán “shocks de crédito” o sea evidente una recesión.

Esto, a su vez, provocará un “pico del endurecimiento monetario de la Fed, de los rendimientos de los bonos y del dólar”. A partir de ese momento, su estrategia consistirá en abrir largos sobre los mercados emergentes, las empresas de pequeña capitalización y las acciones cíclicas.

Según su razonamiento, “los mercados dejan de estar en pánico cuando los bancos centrales entran en pánico”. Y pese a las intervenciones de urgencia del Banco de Inglaterra para defender los bonos británicos y la libra; y del Banco de Japón para defender el yen, esto todavía no indica “un pánico creíble”.

Así, hasta que la Reserva Federal de EEUU (Fed) y el Tesoro americano no entren en pánico, debido a un evento de crédito en EEUU, las bolsas no habrán tocado suelo.

En este escenario, Bank of America comenzaría a interesarse por las acciones americanas con el S&P 500 en 3.600 puntos (niveles alcanzados unas jornadas en septiembre), aumentaría su exposición a 3.300 puntos e invertiría toda su liquidez en 3.000 enteros.

En este sentido, apuntan que un buen nivel de entrada serían los 3.374 puntos del S&P 500, un 20% de la media diaria de 200 sesiones. En su opinión, todavía falta por producirse un ajuste de la exposición del mercado a la renta variable, que todavía es alto en relación a sus parámetros históricos.

Estos expertos consideran que el NYSE Composite es el mejor barómetro de Wall Street y destacan que ha perforado su media móvil de 200 semanas, lo que indica “que ahora se está forzando una liquidación”.

ATERRIZAJE BRUSCO

En su opinión, el debate ahora es si se producirá un aterrizaje económico brusco o suave. Y aunque reconocen que es tentador ser "un alcista por sentimiento contrario", debido al excesivo pesimismo reinante y a que el rendimiento del bono americano a 10 años ha corregido tras tocar el 4%, con el S&P 500 llegando a caer hasta 3.600 puntos, añaden que "pensamos que se producirá un aterrizaje brusco".

Entre sus argumentos, mencionan que los "máximos finales en los diferenciales de crédito y los mínimos en las acciones aún por verse", porque "aún queda mucha madera que cortar en el crédito, en el sector tecnológico y en el capital privado".

Y recuerdan que los ciclos de subidas de tipos de la Fed han terminado cuando el desempleo ha alcanzado de media un 5,7%, frente al 3,7% actual, una tendencia que se ha producido en otras economías desarrolladas como Australia, Reino Unido y Canadá.

"Los mercados de trabajo, vivienda y energía son demasiado fuertes para que una tasa de fondos federales del 3% pueda acabar con la inflación", indican. Además, precisan que las recesiones en EEUU se producen cuando el ISM se sitúa entre 35 y 40, y en la actualidad alcanza niveles de 51 puntos.

"El viaje a la baja" de las bolsas "implica recortes significativos en las expectativas empresariales de beneficios", destacan, algo que todavía no se ha producido. En este contexto, concluyen que "el riesgo de un evento crediticio sigue siendo extremadamente alto".

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