Abrdn cree que el pesimismo con China es "exagerado": "Tiene un gran potencial"

Los expertos de la firma escocesa creen que el miedo a una japonización es excesivo

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ShanghaiSharecast / Jeremy Zhu via Pixabay

China no atraviesa su mejor momento económico. Con el paso de los meses, el efecto positivo que se esperaba que tuviese la reapertura del país milenario tras la pandemia de Covid-19 se ha desvanecido y nos hemos acostumbrado a que el gigante asiático protagonice titulares negativos en los últimos tiempos, ya sea por su crisis inmobiliaria, la deflación, la deuda local o sus cada vez más acuciantes problemas demográficos. Ello, ha provocado que numerosos expertos se hayan aventurado a pronosticar que Pekín no cumplirá su objetivo de crecimiento del 5% en 2023. Pero ¿son justificados estos temores?

La respuesta a esta pregunta, como casi todo, depende de la óptica con la que se mire. Los expertos de abrdn destacan que algunos indicadores de alta frecuencia, como los datos de tráfico del metro, sugieren que algunos sectores de consumo y servicios se están recuperando, lo que podría obedecer al llamado "efecto revancha" tras tres años de restricciones pandémicas. Sin embargo, advierten, es difícil escapar a la conclusión de que los consumidores chinos siguen siendo, en general, cautos.

"Los hogares están acumulando ahorros; pero parece que gastar los ahorros acumulados desde 2020 es ir demasiado lejos. De hecho, existe el riesgo de que la tasa de ahorro de China haya subido de forma permanente debido a la experiencia de la ge2nte que ha vivido las restricciones covid cero, unas de las más duras del mundo. Es posible que los hogares (en particular los encabezados por trabajadores autónomos) quieran ahorrar aún más para protegerse contra un mundo menos favorable en el que se produzcan un mayor número de shocks negativos", destaca Bob Gilhooly, economista sénior de mercados emergentes de la firma escocesa.

Por otra parte, agrega este experto, es "posible" que la confianza de los hogares haya resultado perjudicada por las tensiones e incertidumbres relacionadas con el sector inmobiliario, incluida la capacidad de los promotores para entregar viviendas para las que los compradores ya están pagando la hipoteca. En este sentido, Gilhooly subraya que la caída de los precios de la vivienda y los problemas de la promotora Country Garden podrían mantener a otros compradores fuera del mercado a corto plazo, incluso aunque se suavicen las restricciones a la compra y bajen los tipos hipotecarios.

TEMOR EXAGERADO A LA JAPONIZACIÓN

En este contexto, son numerosos los analistas que han comparado esta situación de debilidad del gigante asiático con la que atravesó Japón durante la década de los 90. Los economistas hablan de una "japonización" de la economía como un período de ralentización del crecimiento y de baja inflación (a veces incluso de deflación) combinadas con una política monetaria flexible y un estímulo fiscal tras un período de rápido crecimiento, como le ocurrió a la economía nipona hace tres décadas.

Gilhooly cree que estos temores son, cuanto menos, "exagerados". Según este experto, la crisis demográfica china y su consiguiente disminución de población "no indica un colapso inminente de la demanda subyacente". Según abrdn, la urbanización "todavía tiene recorrido", las necesidades de modernización "no han desaparecido" y la falta de inversiones alternativas "podría mantener una elevada tasa de desocupación inmobiliaria".

"Japón era una economía avanzada cuando estalló su propia burbuja de activos a finales de los ochenta. Por el contrario, el PIB per cápita de China todavía ofrece un importante potencial de crecimiento, aunque se vea amenazado por las medidas estadounidenses encaminadas a limitar el acceso del país a la tecnología punta", explica el experto de la gestora escocesa.

De igual modo, Gilhooly recuerda que, si bien abrdn ha rebajado al a baja las perspectivas de crecimiento para China (un 4% en 2024) y calculan que el impacto en el PIB podría ascender al 10% debido a los persistentes efectos de la pandemia, la compañía se muestra "relativamente optimista" sobre las perspectivas a largo plazo del país.

Por su lado, otros expertos creen que tampoco sería un drama que China atravesase un proceso de japonización en su economía. Según los expertos de S&P, si bien el crecimiento del país nipón es "modesto" y su inflación es "relativamente moderada" en comparación con otras economías desarrolladas, la economía japonesa tiene varios factores positivos envidiables.

"La imagen general es la de una economía que crece lentamente pero que mantiene un alto consumo interno, un bajo desempleo y una inflación baja. Puede que Japón carezca de las altas tasas de crecimiento de algunas economías de mercado emergentes, pero la japonización no suena tan mal", sentencian.

FLEXIBILIZACIÓN DE LA POLÍTICA ECONÓMICA

En las últimas semanas, Pekín ha anunciado que pondrá en marcha un plan de estímulo sin precedentes para impulsar el crecimiento económico. En concreto, el Ejecutivo de Xi Jinping elevará la ratio de déficit fiscal para 2023 hasta aproximadamente el 3,8% del PIB desde el 3% fijado en marzo. Asimismo, Pekín llevará a cabo una emisión de deuda soberana adicional por valor de 1 billón de yuanes (137.000 millones de dólares) en el cuarto trimestre para apoyar la construcción y la ayuda en casos de desastre.

La última decisión tomada por el Gobierno chino se sitúa en línea con las previsiones de abrdn, los cuales señalaban que sería "difícil confiar plenamente" en que la gran cantidad de medidas de flexibilización de la política económica adoptadas hasta ahora basten para impulsar el crecimiento y reavivar la confianza del mercado en un futuro inmediato. A pesar de ello, explican, su Índice de Condiciones Financieras de China se ha situado en una "posición de modesta relajación", lo que implica que "los efectos acumulados de la prudente flexibilización deberían empezar a respaldar el crecimiento de forma más consistente".

En este sentido, la mayor flexibilización de la política económica china, apunta Gilhooly, debería reducir el riesgo de recesión en el país asiático. Con todo, eso no significa que haya salvado la bola de partido.

"De hecho, si el mercado y la confianza de los hogares experimentasen un cambio alza, el exceso de ahorro sigue siendo una vía para una sorpresa al alza. En este sentido, incluso aunque sólo se gastara la mitad de todo el exceso de ahorro a finales de 2024, el crecimiento del consumo podría acelerarse del 11% este año al 12,5% el próximo (en lugar de reducirse del 10% al 8% según nuestras previsiones de referencia). Esto implica que, si bien es fácil especular con los riesgos a la baja, también han aumentado los riesgos al alza", concluye el experto de abrdn.

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