¿Puede EEUU evitar la recesión? Goldman Sachs tiene "una visión más optimista"

Los analistas del banco ven un 35% de probabilidad para la contracción económica estadounidense

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La llegada de una recesión a Estados Unidos en el presente año parece unánime entre el consenso, que en las últimas semanas ha centrado la discusión en la intensidad y la duración de una contracción económica que da por segura, aunque algunos analistas están comenzando a revisar sus peores previsiones, y desde Goldman Sachs cifran ya en un 35% la probabilidad de que la economía estadounidense entre este año en recesión, mientras que la mayoría la ubica en el 65%.

Los motivos que esgrime la banca de inversión para mejorar el pronóstico sobre Estados Unidos descansan en "una visión más optimista sobre si es necesaria una recesión para controlar la inflación", como indica el economista jefe de Goldman Sachs en Estados Unidos, David Mericle.

"Creemos que un período continuo de crecimiento por debajo del potencial puede reequilibrar gradualmente la oferta y la demanda en el mercado laboral y amortiguar las presiones de precios y salarios con un aumento mucho más limitado en la tasa de desempleo de lo que sugieren las relaciones históricas", destaca.

Además, considera que, aunque la Fed endureció sustancialmente las condiciones financieras el año pasado, "es probable que el impacto en el crecimiento del PIB disminuya este año", ya que sus análisis indican que "el impacto máximo de las subidas de tipos en el crecimiento del PIB se concentra al principio".

"En otras palabras, el lastre para el crecimiento del PIB de EEUU debido a la reciente política agresiva de la Reserva Federal se desvanecerá a medida que avance 2023", manifiesta.

La evolución económica del país dependerá en buena medida de las decisiones sobre política monetaria de la Reserva Federal, y estas a su vez dependerán de la evolución de los principales indicadores macroeconómicos, como el estado de un mercado laboral que sigue resistiendo con una fortaleza no esperada por los analistas.

EL MERCADO LABORAL

En este sentido, desde Goldman Sachs subrayan que la brecha entre empleos y trabajadores ha caído de un máximo de 5,9 millones a 4 millones, debido a una disminución sustancial en las ofertas de trabajo.

Sin embargo, los analistas consideran que esta brecha todavía debe bajar más, hasta los dos millones, para alcanzar un nivel que sea compatible con una tasa de crecimiento salarial "más sostenible".

"Esperamos que la brecha se reduzca constantemente este año debido principalmente a una nueva caída en las ofertas de trabajo, pero también debido a un aumento limitado en la tasa de desempleo a poco más del 4%", destaca Mericle.

La Fed mira con especial interés el aumento de los salarios, y en este ámbito pudo encontrar un motivo para el optimismo moderado en los últimos datos de diciembre, que indican un crecimiento de los sueldos del 4,6% en tasa interanual, por debajo del 5% que anticipaba el consenso.

Desde Goldman Sachs esperan que "las presiones alcistas sobre el crecimiento de los salarios disminuyan en 2023, ya que el desequilibrio entre la oferta y la demanda en el mercado laboral continúa moderándose y los titulares sobre la inflación que se dispara a nuevos máximos dan paso a titulares sobre la caída de la inflación y la posibilidad de una recesión inminente".

"Para fines de 2023, esperamos que el crecimiento de los salarios se desacelere de cerca del 5 % a alrededor del 4 %. Esto todavía sería demasiado caliente, pero cualquier caída considerable proporcionaría a los funcionarios de la Fed una prueba de concepto para la idea de que el reequilibrio gradual del mercado laboral puede amortiguar las presiones salariales y, eventualmente, de los precios sin una recesión", han asegurado.

LA EVOLUCIÓN DE LA INFLACIÓN

Los indicios de que la inflación ha tocado techo se pueden encontrar en varios indicadores, a pesar de que la Fed huya de todo tono optimista, y en este contexto la previsión apuesta porque "la inflación subyacente de bienes sea negativa el próximo año, impulsando la mayor parte de la disminución de la inflación subyacente general".

Uno de los grandes interrogantes de cara al curso que acaba de comenzar es si la Fed recortará los tipos de interés en algún momento del año, una cuestión en la que Mericle se inclina por tres aumentos de la tasa de 25 puntos básicos en febrero, marzo y mayo, tras lo que el banco central mantendrá los tipos en la horquilla del 5-5,25% "por el resto de 2023".

Uno de los motivos que podrían llevar a la Fed a recortar tipos este año es la idea de que la inflación está encaminada de manera definitiva a regresar a su objetivo del 2%, una posibilidad ante la que Mericle se muestra "escéptico", puesto que "si una política monetaria más estricta logra reducir la inflación, el camino más natural es simplemente dejar la tasa de política sin cambios hasta que algo salga mal".

"Tenemos recortes en nuestro pronóstico para 2024-2026, pero no pretendemos que el momento se tome literalmente y, en cambio, pensemos en nuestro camino de recortes como un marcador de posición para una fecha futura incierta cuando algo salga mal", destaca.

La Fed también podría poner fin a su endurecimiento monetario si el país entra en una recesión profunda, un supuesto que podría traería también aparejados cambios en la política fiscal del Gobierno de Joe Biden, aunque desde Goldman Sachs dudan de su efectividad.

"Incluso si la economía entra en recesión, una respuesta fiscal anticíclica está lejos de estar garantizada, ya que el control dividido dificultaría que el Congreso respondiera a una recesión, y cualquier recesión que pudiera ocurrir probablemente sería mucho más leve que las que llevaron a una reducción fiscal sustancial en respuesta a las crisis de 2008 y 2021", considera Alec Phillips, principal economista político de la firma para EEUU.

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