40-10-20-30: los mejores consejos para rentabilizar al máximo nuestras inversiones

Berenberg apuesta por una asignación de activos con un 40% de exposición a acciones

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Los inversores minoristas suelen tener problemas para elaborar una cartera equilibrada. En este sentido, los analistas de la firma Berenberg consideran que el mejor posicionamiento en el mercado actual es lo que denominan una asignación de activos 40-10-20-30.

Esto consiste en destinar el 40% de nuestro dinero a renta variable, un 10% a bonos, un 20% a criptomonedas y oro como "coberturas mundiales" y un 30% a activos alternativos (inmobiliarios, fondos de infraestructuras...), para cubrir el riesgo de una inflación al alza.

El objetivo es doble: conseguir la máxima rentabilidad y al mismo tiempo proteger el capital invertido, en un contexto en el que esperan subidas para las bolsas en 2022, pero con más volatilidad a lo largo de los próximos meses.

En este sentido, recuerdan que las acciones globales han ofrecido un retorno del 94% desde los mínimos de marzo de 2020 y un 14% en lo que va de año. "Seguimos manteniendo nuestra visión alcista, pero también hemos destacado en las últimas semanas una larga lista de riesgos a corto plazo, que podrían presentar algunos vientos en contra importantes para los mercados de renta variable hacia fin de año", explican en su último informe sobre estrategia, que contiene varios puntos principales.

1. Escenario macro base de un "crecimiento global sincronizado en 2022" pese a "algunos vientos en contra". Así, consideran que "este escenario debería respaldar un rendimiento de las acciones del 10-15% en los próximos 6-12 meses".

2. Liquidez de los bancos centrales. Ha sido el principal apoyo para los mercados desde 2009. Ahora, "el final de la barra libre" por parte de estas entidades "es un riesgo para los mercado por tipos de interés más altos", lo que aumentará la volatilidad.

3. Las acciones necesitan que los beneficios empresariales sigan subiendo en 2022 para justificar valoraciones más altas. "El consenso espera que esto sea así, pero hay incertidumbre por los riesgos a corto plazo", como las distorsiones en la cadena de suministro y la subida de los precios de las materias primas.

4. Hay un conflicto entre las valoraciones relativas y absolutas de las acciones. Desde un punto de vista histórico, "las valoraciones son caras", afirma Berenberg. Sin embargo, al compararlas con los bonos o los balances de los bancos centrales, "las valoraciones son atractivas".

5. Lista de riesgos. A lo largo del próximo año, la evolución de las bolsas dependerá de si se imponen los riesgos como la desaceleración en China, la inflación al alza, la distorsión de las cadenas de suministro o un repunte de la pandemia; o si por el contrario el crecimiento económico se impone a todos estos problemas.

6. Inflación. Así, la evolución de la inflación, cuya subida cada vez parece menos transitoria, será uno de los temas fundamentales. "Los bancos centrales no pueden ignorar las presiones sobre los precios", explica Berenberg. Si se producen políticas monetarias más duras para luchar contra la inflación, las bolsas sufrirán.

7. Rendimientos (TIR) de los bonos. En relación a la inflación, los rendimientos de los bonos son otro asunto clave de cara a 2022. La subida de las TIRes refleja la expectativa de más crecimiento económico, más inflación y una transición de los bancos centrales hacia el 'tapering'.

8. Valores ganadores en cualquier escenario. Para Berenberg, es fundamental elegir activos y valores que sean ganadores en cualquier escenario. "Nuestra estrategia se centra en compañías con sólidos flujos de caja, robusto crecimiento de los beneficios y balances saneados", comentan sus expertos, con preferencia hacia la Energía y la Tecnología.

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