Bolsamania

Trucos y consejos para consumir menos gasolina

 

Además de la técnica moderna, el estilo de conducción forma parte de las medidas, muchas veces olvidadas, que permiten reducir el consumo de carburante y las emisiones de CO2.

Basta con aplicar ciertos trucos y consejos a la hora de la conducción, que son eficaces, para constatar la diferencia en céntimos y en euros, la próxima vez que se vaya a llenar el tanque del coche. En todo caso, el manual de uso que acompaña a cada vehículo contiene ya algunas informaciones útiles que conviene no dejar de lado.

Tanto por la preparación del coche como por el estilo de conducción personal, cada usuario posee los instrumentos necesarios para sacar el máximo de provecho a cada libro de carburante.

En el caso del coche, conviene preservar la eficacia del motor a través de un mantenimiento regular. Otro factor importante: el control regular de la presión de las yantas, puesto que una presión insuficiente aumenta la resistencia en el rodaje y cuesta dos veces más caro, engendrando un consumo superior de carburante y un desgaste mayor de las ruedas.

En circulación urbana, una carga de 100 kilos puede conllevar un sobreconsumo de 0,5 litros por cada 100 kilómetros. También es útil desmontar la baca o el porta esquí una vez que ya no se vaya a utilizar. Todos estos elementos penalizan el aerodinamismo y eso se paga caro a la hora de llenar el depósito.

Otro truco bastante útil es el cortar el funcionamiento eléctrico, como el aire acondicionado, el antihielo del cristal trasero, o los faros adicionales si ya no son necesarios, puesto que la potencia que requieren aumenta también el consumo de carburante.

Una regla de oro al volante: optar por una conducción fluida y prudente. Se deben evitar las aceleraciones y frenados bruscos e inútiles, basta con saber levantar a tiempo el pie del acelerador. De esta forma, no sólo se economiza en carburante, si que se controlan mejor los nervios y los frenos del coche.

La aceleración debe ser rápida pero no agresiva. Es preferible cambiar de velocidad lo antes posible y acelerar con una velocidad superior, antes que llevar al coche al límite de sus posibilidades por ganar más potencia.

En ciudad, se puede circular a una media de 50 km/h. En general, se aconseja mantener el motor entre 2000 y 3000 r/min. Una vez alcanzada la velocidad deseada, se debe pasar a quinta. Por último, es interesante manteneros por debajo del 75% de la velocidad punta. De esta forma se puede llegar a economizar hasta un 50% de carburante, sin perder demasiado tiempo en alcanzar vuestro destino.