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Proyecto Unplugged, cómo cargar la batería de un coche eléctrico sin cables


Muchos proyectos de innovación centrados en un futuro más sostenible y práctico; el último de ellos se hace llamar Proyecto Unplugged, llevado a cabo por Endesa y la Fundación CIRCEFundación del Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos de la Universidad de Zaragoza. Se trata de un proyecto que pretende crear una estación de carga rápida para vehículos eléctricos usando el método de inducción, para así poder cargar el vehículo sin necesidad de conectar ningún cable.

A decir verdad, este Proyecto Unplugged no tiene únicamente esta finalidad, sino que además pretende disminuir el tiempo de carga, que en la actualidad está en torno a la media hora para conseguir una carga de la batería del 80%. Las pruebas realizadas son devastadoras, se llega al 80% de batería en apenas 15 minutos.

El director de general de CIRCE, Antonio Valero, presentaba el proyecto de su compañía y explicaba un poco el funcionamiento; existe una batería ubicada bajo el suelo de la estación de carga rápida que transmite su energía a la del vehículo que se encuentra encima. Asimismo, asegura que en unos años estos quince minutos podrían verse a reducido a muchísimo menos, en torno a un minuto, si se lograse aumentar la potecia de las bobinas de las baterías.

Los principales usos de esta estación de carga rápida son claros: paradas de taxis, de autobuses… ideal para cuando un autobús hace paradas cortas en las que su batería puede ser cargada o cuando los taxis se encuentran entre servicio y servicio. También tiene su interés especial para empresas dedicadas al transporte de mercancías, en especial las empresas de mensajería urgente que suelen realizar múltiples paradas para recoger mercancía en sus oficinas.

El proyecto ha contado con una inversión de 2,3 millones de euros y hasta el momento se ha desarrollado un prototipo con el que se están realizando diversas pruebas. Uno de los aspectos positivos es que no es necesario que el vehículo esté exactamente encima, sino que se cuenta con un margen del 30% en la posición para que comience a cargar en un proceso que no sólo ahorra la molestia de usar cables, sino que el propio conductor ni siquiera tiene que salir del vehículo.

A esto hay que sumar lo seguro de la instalación, que no se ve afectada por posibles actos de vandalismo al tener su infraestructura ubicada bajo tierra. Otro aspecto interesante es el fin de la carga, que se produce de manera automática en cuanto se ha cargado el vehículo o, por supuesto, cuando alejamos al vehículo de la estación.

Fuente: El día