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Primeras pruebas en el nuevo Mazda CX-5

Nuevo update del Mazda CX-5 en el año 2021. Si se busca alguna diferencia con el modelo del año anterior se busca en vano ya que a simple vista no son reconocibles. Bajo el capó si se dan los cambios, empezando ahora por una motorización conforme a la nueva normativa Euro6 motor D. Cámaras de vigilancia 360º y nuevo sistemas de infotainment.

El CX-5 es el segundo modelo más importante del fabricante. En Europa y en concreto en Alemania se venden alrededor de 10.000 unidades anuales de las cuales la mitad son entregadas con tracción a las cuatro ruedas.

El coche es apto para pistas y senderos gracias a esta tracción. Lo que no es habitual es la distancia al piso de 19 cms. No hay cambios en las conocidas bondades de este modelo, es decir hablamos de cambio manual con recorrido corto, frenos, dirección, valores de conducción, concordancia entre cambio automático y tracción.

En las pruebas de comparación entre modelos es habitual que el CX-5 se encuentre entre los primeros puestos para luego ir perdiendo posiciones. Esto es debido a que Mazda se niega en abaratar los costes de materiales de piezas comúnmente dañadas con el tiempo. Es decir, las aletas delanteras, la puerta del conductor, los espejos retrovisores mantienen la calidad de producto en toda la vida útil del automóvil. Un aspecto que por otro lado, exige un alto coste en tema cobertura de seguro.

Se ofrecen dos versiones de gasolina. La más potente de 190 caballos ofrece un cambio automático de 6 marchas con recorrido corto y suave. No obstante, se recomienda el cambio manual de 6 marcas ya que es más preciso y ofrece sensación deportiva.

El anterior y criticado sistema de infotainment ha sido mejorado. Ahora dispone de procesos más rápidos y monitor central de 10,25” de serie a partir de la versión exclusive.