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Nissan, Toyota y Honda: más de 3 millones de coches llamados a revisión

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Un fallo en el airbag parece ser el causante de que tres de los mayores fabricantes mundiales, las firmas japonesas Toyota, Nissan y Honda, hayan llamado a revisión a 3,4 millones de coches en todo el mundo, unos 17.000 en España. 

La producción en serie y los elementos compartidos para la producción tienen grandes ventajas, como la reducción de costes, aunque cuando plantean problemas, éstos suelen ser también de gran calibre, como en este caso.

The steering wheel of a Toyota car which contains an airbag is pictured in ViennaAl parecer, varios modelos de estas tres marcas comparten un sistema de airbag fabricado por una empresa japonesa llamada Takata, que aparece en muchos de los modelos comercializados entre los años 2000 y 2004. El fallo detectado es bastante serio ya que existe el riesgo de que, en caso de accidente, el airbag no se despliegue correctamente, poniendo en jaque la seguridad de los ocupantes del vehículo.

Las tres marcas sostienen que la llamada a revisión se hace por simple precaución pero que no se ha registrado ningún accidente con daños personales. Minimizando el problema, aseguran que sustituirán el elemento defectuoso en el menor plazo posible y sin ningún coste para el cliente.

No es la primera vez que sucede algo parecido en los últimos años: hace poco Toyota ha tenido que revisar casi 10 millones de vehículos por defectos reconocidos mientras que Nissan también tuvo que revisar algunos coches de 2013 debido a problemas con el airbag.

Llamadas a revisión «demasiado frecuentes», según la OCU

¿Qué les pasa a estos japoneses? No se puede negar que todas estas llamadas a revisión están minando la confianza de los conductores en los fabricantes de coches, en especial de las marcas niponas, que hasta ahora se distinguían por su trabajo solvente.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se sospecha que hay algo más y que las llamadas a revisión de automóviles por parte de los fabricantes empiezan a ser demasiado frecuentes. Si bien es de valorar el esfuerzo invertido en campañas de revisión que generalmente no suponen un gasto adicional a los propietarios de los vehículos, no hay que olvidar que lo ideal es que no se tenga que recurrir a ellas cada dos por tres, lo cual da que pensar.

Lo deseable, afirman en la OCU, es que no salga el mercado ni un solo vehículo hasta que se haya comprobado que no existe ningún problema en su funcionamiento y en especial en su equipamiento de seguridad.

Fotos – Autopista