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Mercedes AMG GT C Roadster: superdeportivo a la vez que cabrio

Mercedes AMG ofrece ahora también el GT C en versión roadster. El roadster GT C es diez centímetros más corto que un SL pero cerca de diez centímetros más ancho que el cabrio claes S. 557 caballos, descapotado y mucha carretera para recorrer bajo el sol.

Clasificar el AMG GT C como vehículo superdeportivo no es erróneo. El GT Roadster tiene tal presencia marcante como cabe esperar de un superdeportivo. Y además, tiene notoriedad absoluta de motorización.

No es casualidad que al V8 le corresponda prácticamente la mitad de todo el chasis. Todo gira alrededor del motor, y define el carácter del AMG. Ante todo en el roadster, más que todo cupé, el cabrio vive de su acústica.

La realidad del par motor de éste vehículo es impresionante. El conductor obtiene 680 N en el mismo momento de llegar a las 1.900 revoluciones. No obstante, la cilindrada se genera más bien de manera virtual: mediante dos turbocargadores que alimentan las motorización de cuatro litros se genera un poder enorme.

Una cosa esta clara, una transmisión de toda la potencia a los ejes tractores traseros generan también una sensación ilimitada de fuerza. Sin embargo hay que destacar la habilidad técnica de los ingenieros: el V8 detrás del eje delantero y el cambio en la zaga. El centro de gravedad se encuentra ayudando a la tracción entre los dos ejes.