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Lancia Dialogos 1998, adelantado a su tiempo

En el Salón de Turín de 1998 Lancia presentó por todo lo alto un modelo innovador al que bautizó con el nombre de Lancia Dialogos y que fue proclamado por la prensa del motor como «el coche biodinámico». El diseño no pasó de la fase de concept car pero parte de sus innovaciones se reflejaron unos años después en el Lancia Thesis.

El Dialogos era un coche concebido para poder recibir señales externas, interpretarlas y darles respuesta, adaptándose a las características y necesidades de cada conductor. En otras palabras, capaz de establecer un «diálogo» entre el hombre y la máquina. Estamos, insisto, en 1998.

Un coche pensado para el ser humano

dialogosLa filosofía que impulsó a los creadores del Lancia Dialogos se basaba en que el coche tenía que dejar de ser solo un simple medio de transporte y trascender a una nueva dimensión: un espacio cómodo, habitable, agradable e incluso saludable. 

El resultado fue un gran coche de lujo de unos cinco metros de longitud y una estética que hoy, 17 años después, se nos antojan un tanto anticuadas aunque con curvas suaves y bordes redondeados que ya apuntan a un lenguaje de diseño completamente nuevo y fascinante.

Los asientos delanteros podían giran 90 ° hacia afuera para facilitar el ingreso de los pasajeros, y luego regresar a la posición inicial. El coche «reconoce» al humano y se adapte a sus hábitos: la temperatura, la intensidad de la luz y el sonido… Hasta los asientos se adaptan a la forma del cuerpo.

La línea exterior del Lancia Dialogos era el resultado de un replanteamiento profundo de la tradición de la marca y su adaptación a la evolución de los gustos y necesidades de sus cada vez más sofisticados y exigentes clientes. Se suprimieron todos los elementos externos que podían suponer una incomodidad visual (manetas, espejos, limpiaparabrisas y antenas), de modo que el coche parecía más una escultura que una máquina.

Un modelo tecnológicamente adelantado a su época

Aunque suene exagerado, podríamos afirmar que el Lancia Dialogos fue un coche adelantado a su época, al menos desde el punto de vista de la tecnología. Para lograr el objetivo de la «conducción sin estrés», propuso un interfaz hombre-máquina que contemplaba posibilidades casi infinitas. Algo realmente asombroso en aquel momento.

El uso del comando de voz permitía el control total del vehículo, que llevaba aparejado un bienestar mental y físico completo. Adiós al freno de mano y el cambio de marchas, simplificación al máximo del panel de mandos físico, formado por tres pantallas de cristal líquido de 13,8 pulgadas cada uno que se podían personalizar.

El sistema de información a bordo, equipado con micro cámaras y radar, ofrecía toda la información necesaria para un control continuo y completo de la carretera, y para mejorar la seguridad de la conducción nocturna, faros adaptativos. Y así, un largo etcétera.

Muchas de las soluciones innovadoras que adelantaba el Dialogos han sido progresivamente incorporadas a los nuevos modelos de diferentes marcas. Resulta paradójico que quien menos se beneficiaría de todo este trabajo fuera la propia marca que lo impulsó: solo se vendieron 16.000 unidades del Lancia Thesis, presentado en el año 2002.

Fotos – Lancia