Jupiter AM apuesta por la renta fija para 2024: estas son sus recomendaciones

Considera que los mercados emergentes ganarán protagonismo

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La renta fija se presenta como una opción de interés para los inversores en 2024, o al menos así la perciben los analistas de Jupiter AM, quienes aseguran que, tras un periodo "difícil", el entorno macroeconómico "ha cambiado y es hora de que los inversores vuelvan a considerarla".

Matt Morgan, responsable de renta fija en Jupiter AM, destaca que "sería perfectamente comprensible que los inversores fruncieran el ceño ante un gestor de renta fija que proclamase que los rendimientos han tocado techo".

"El año pasado por estas fechas, el bono del Tesoro de EEUU a 10 años acababa de descender más de un 0,5% después de tocar el 4% en octubre y la deuda corporativa parecía más atractiva que en ningún otro momento desde 2009. Se daba por seguro que la recesión llegaría en 2023", destaca.

Actualmente, recuerda, "el bono a 10 años ha vuelto a caer más de un 0,5% después de llegar al 5% en octubre, la deuda corporativa sigue rentando más que en toda la década anterior y se pronostica una recesión". Además, los mercados de renta fija descuentan tres recortes de tipos en 2024, un escenario que puede generar "escepticismo" entre los inversores que se pregunten "qué ha cambiado esta vez".

"Señalaría que nos encontramos en un momento diferente, a pesar de que el patrón resulte familiar. La inflación está dando un respiro a los bancos centrales y tendría que producirse una crisis para que los tipos de referencia subieran mucho más. De hecho, aunque la pregunta sobre la volatilidad de los títulos del Tesoro de EEUU el año pasado era dónde tocarían techo los tipos, este año ha girado en torno a cuánto tiempo se mantendrán en los niveles actuales. Así pues, hemos avanzado", señala.

Al mismo tiempo, "la historia sugiere que la deuda corporativa obtiene sus rentabilidades totales más sólidas en términos absolutos a partir de estos niveles y, comparada con la renta variable, es atractiva". El mercado de bonos high yield "se mueve por encima de la rentabilidad por beneficios prevista a 12 meses de la renta variable, hasta un punto que generalmente solo vemos en periodos de tensiones".

RECOMENDACIONES

En primer lugar, Morgan aconseja "asegurarse rendimientos ahora, pero evitar a toda costa los impagos", ante lo que recuerda que "gran parte del mercado de bonos high yield ofrece rendimientos de doble dígito actualmente".

Además, considera que una posible recesión en las principales economías mundiales "no se ha descontado de forma homogénea", por lo que "aunque existen empresas que no podrían existir si tuvieran que refinanciar su deuda hoy, también existen empresas donde la asunción de riesgo está bien retribuida".

"Aunque en 2022 y 2023 lo que se oía en la renta fija era que la deuda pública no diversificaba el riesgo crediticio, pensamos que esa situación se invierte en un entorno de recesión: actualmente, se obtiene una remuneración adecuada por una cobertura contra la recesión. La combinación de rendimientos elevados y duración es atractiva, en nuestra opinión", agrega.

Su segunda recomendación pasa por "comprar mercados emergentes, pero con cabeza", y es que "los rendimientos de la deuda emergente son atractivos, pero tiene sentido mitigar también el posible riesgo de una desaceleración mundial".

En general, considera que "los bancos centrales de los países emergentes hicieron un trabajo mucho mejor con la inflación que sus homólogos desarrollados", por lo que "algunos países tienen tipos reales muy elevados, con tipos básicos muy por encima de la inflación". De esta manera, considera que "algunos países tienen más margen para proteger su economía que otros mediante los recortes de tipos".

"Nos sigue gustando la deuda corporativa, sobre todo la exposición al crecimiento emergente, como en telecomunicaciones, servicios públicos y bancos. Existe un alto rendimiento en empresas sólidas o países que se benefician de temáticas internacionales, como la repatriación de industrias cerca de las fronteras nacionales. La clave es recordar que los países emergentes gozan de mucha mejor salud, con más deuda en moneda nacional y una base de activos nacionales más fuerte que hace 20 años", detalla.

Por último, Morgan aconseja "no olvidar los activos alternativos", y recuerda que, en los últimos años, "el hilo conductor fue que no había dónde refugiarse cuando la deuda corporativa sufría porque los tipos de interés también subían". Ante este relato, "los inversores se apresuraron a reinvertir en fondos de retorno absoluto, después de haberse olvidado de que los necesitaban durante el largo mercado alcista en los bonos".

En estos momentos, continúa, los inversores "están volviendo la vista a la duración como elemento diversificador, con acierto", aunque este analista cree que "no conviene cometer el mismo error otra vez: por razones estructurales, la volatilidad de los tipos de interés probablemente se mantenga en cotas elevadas".

"Un fondo de retorno absoluto adecuado y auténtico (cuidado con los que recurren a la deuda corporativa para obtener rentabilidades) es algo que creo que debería formar parte de una cartera de renta fija correctamente diversificada", concluye.

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