Andbank: "Si estallara una burbuja, la banca no está comprometida"

Álex Fusté, economista jefe de Andbank, no ve argumentos para una recesión en 2019

  • Aunque las bolsas seguirán siendo "rehenes" de los repuntes en la escalada de la guerra comercial
alex fuste andbank
Andbank

La banca puede estar tranquila… al menos en lo que a una burbuja financiera y su involucración en la misma respecta. Álex Fusté, el economista jefe de Andbank, lanza un mensaje tranquilizador a los inversores. “Si estamos en una burbuja financiera y ésta estalla, la banca no estaría comprometida”, asegura, ya que, “de existir tal burbuja, no ha sido financiada con deuda”.

Esta ecuación es de vital importancia porque, si la burbuja financiera (de precios de los activos) que muchos expertos advierten tuviera que pincharse, al no ser las entidades bancarias su causa, la economía real no tendría por qué verse afectada. Un hecho relevante justifica esta tesis: el balance agregado de los bancos en los países desarrollados no ha crecido desde 2008, es decir, no se han concedido más préstamos.

A día de hoy, habría que matizar la afirmación generalizada de que la valoración de los activos es cara. Todo depende de si el ciclo económico está aún acelerándose o está ya en fase de desaceleración. “Si el ciclo global continúa, con crecimiento, que es nuestro escenario central para 2019, las valoraciones de los activos están ajustadas. Pero si ya no hay ciclo global”, puntualiza Fusté, “entonces las bolsas sí están caras”.

En líneas generales, la firma de banca privada no ve argumentos para una recesión en 2019. En relación a la guerra comercial iniciada por Estados Unidos frente a China, sobre todo, pero también frente a la Unión Europea, Andbank se alinea con el consenso del mercado. Prevé que esta guerra tendrá un coste del 0,5%, aproximadamente, sobre el PIB mundial, y que incidirá de forma puntual sobre los parqués. “Los mercados bursátiles seguirán siendo rehenes de los repuntes en la escalada de la guerra comercial”, augura su economista jefe.

De entre los principales parqués internacionales, las proyecciones de Andbank son positivas para el Stoxx Europe 600 y el Ibex 35, índices cuyo precio objetivo central lo sitúan para final de año en los 411 puntos y en los 10.550 puntos, respectivamente, por lo que su potencial de revalorización para el segundo semestre estaría por encima del 8% en ambos casos.

Dentro de las bolsas europeas, Marian Fernández, responsable de Macroeconomía de la firma, sigue viendo valor en las pequeñas y medianas capitalizadas, especialmente en las medianas. “Lo han hecho bien y lo seguirán haciendo bien”, ya que no están sesgadas sectorialmente, por ejemplo, a bancos. De hecho, afirma, “las medianas compañías deberían estar en la parte central de la cartera de un inversor”. Su equipo está aprovechando oportunidades en sectores como las energías renovables, con Acciona, o en inmobiliario, con Aedas Homes, en una apuesta por la promoción en vez de por las rentas.

Sin embargo, sus expertos consideran en valor justo al S&P 500, cuyo precio objetivo central lo sitúan en los 2.700 puntos. Hoy en niveles cercanos a 2.815 puntos, su consejo es vender acciones del índice americano una vez alcance los 2.985 puntos. En término medio, se encuentra el Nikkei 225, con un escaso potencial de revalorización estimado de más del 1%, hasta los 23.100 puntos, lo que les hace estar neutral-positivos con el índice japonés.

BANCOS CENTRALES Y BONOS

A comienzos de año, Andbank pronosticaba que el BCE subiría los tipos oficiales de interés en junio de 2019. Ahora, tras el último anuncio de Mario Draghi, con la finalización de las compras de activos por parte del banco central a finales de 2018, esta previsión de subida de tipos se retrasa hasta septiembre de 2019, aclara Fernández, consciente de que “el momento dulce para comprar bonos públicos periféricos se ha pasado”. A su juicio, el momento idóneo para comprarlos fue con diferenciales más elevados, pero “las tires alcanzadas son suficientes”. En todo caso, introducir la deuda pública periférica en cartera cobraría sentido de forma táctica en episodios de volatilidad como el de la formación de gobierno en Italia.

Mientras, Fusté se aferra a la idea de que la TIR del bono estadounidense a diez años no va a subir al 4%. El 3,2% es un “nivel razonable”, un “nivel comprador”. Así, se produciría algo de subida en TIR, pero moderada, “y eso es bueno para los emergentes”, apunta.

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