Una de las novedades fiscales de 2015 fue una ayuda de 1.200 euros para familias numerosas que incluía a familias monoparentales con más de un hijo y personas con discapacidad. En total, 1.200 euros que podían cobrarse al hacer la renta 2015 o de forma anticipada, como también ocurre con la ayuda por maternidad.
Ahora al hacer la declaración de IRPF de 2015 están llegando las sorpresas. Y es que como alertan desde Gestha, la organización de Técnicos de Hacienda, existen importantes restricciones para acceder a la deducción. En concreto, la normativa excluye directamente a los padres y madres separados o divorciados que tienen la custodia y derecho a prestación por alimentos. En otras palabras, la mayoría de familias monoparentales con más de un hijo se queda fuera.
La letra pequeña de la normativa específica que las madres o padres separados, con la custodia en exclusiva y que tengan derecho a cobrar la pensión de alimentos no la pueden cobrar. El motivo es que se entiende que esta pensión de alimentos a favor de los hijos equipara en teoría los ingresos que tendría una familia con ambos miembros y de ahí que no se pueda considerar un caso especial.
Con esa cortapisa legal, el ejecutivo pretendía asegurarse de que sólo las familias monoparentales sin ayuda de la ex pareja (padres solteros o viudos, por ejemplo) podrían percibir los 1.200 euros de ayuda para familias numerosas.
El problema del abono anticipado
El problema con esta ayuda de 1.200 euros a familias no ha llegado tanto al hacer la renta 2015, si no por la posibilidad de acceder al abono anticipado de la ayuda en forma de 100 euros mensuales -aquí puedes ver cómo solicitarla-.
Según las estimaciones de Gestha, las mujeres serían las más afectadas. De los 337.000 hogares monoparentales con dos hijos menores, un 73,1% lo compone la madre.
En cualquier caso, este hecho pone de manifiesto un viejo problema para la administración tributaria, el de la correcta aplicación de los tributos cuando se deja que el ciudadano los incluya libremente sin control. Y es que en el fondo el problema no está tanto en la propia norma, que puede ser más o menos justa, ya que también deja fuera al colectivo de parados, por ejemplo. La clave está en el abono anticipado de los 1.200 euros que se concedió a personas que no cumplían con lo dispuesto por la normativa. Es decir, Hacienda entregó 100 euros mensuales a padres y madres separados con dos hijos a cargo que cobraban una pensión cuando la ley previene esas situaciones. La propia AEAT y el Gobierno se saltaron la normativa al no ejercer un control sobre quien cobraba la ayuda de forma anticipada.
Al final, esto es lo que ocurre cuando se permite al ciudadano aplicar la normativa fiscal sin supervisión. De hecho, la mayoría de errores en la declaración de la renta tiene que ver con una mala aplicación de las deducciones por desconocimiento de la ley (seamos justos, la mayoría no revisa siquiera lo que dice el Manual de IRPF) o por una mala interpretación de la normativa.
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