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Nueva sacudida en Oriente Medio. La situación ya de por sí delicada en la región, ante el conflicto de Hamás e Israel en Gaza y el reciente enfrentamiento que protagonizaron Irán e Israel y que hizo temblar al mundo, podría complicarse ahora ante lo ocurrido con el presidente iraní. Ebrahim Raisi ha fallecido en un accidente de helicóptero junto al ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, y otras siete personas, y lo ocurrido aumenta el nerviosismo de los mercados.

La muerte de Raisi ha puesto de relieve el complicado y tenso momento que atraviesa Oriente Medio y también Irán, tanto a nivel interno como externo. Y es que la situación en la región no puede ser más difícil.

Primero, por la guerra que Israel y Hamás mantienen desde el pasado mes de octubre en la franja de Gaza, que deja tras de sí una catástrofe humanitaria de dimensiones considerables. Irán ha mostrado su apoyo en más de una ocasión al movimiento islamista Hamás, pero sin duda la mayor exposición de ese respaldo se produjo el pasado mes de marzo.

Y es que los líderes de Irán recibieron por todo lo alto al líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en la ciudad de Teherán. Primero se reunió con el fallecido ministro iraní de Exteriores, que le recibió con una alfombra roja y con banderas de Irán y Palestina, un gesto que normalmente se reserva para las visitas oficiales.

Tras ello, el jefe político de Hamás se vió con el presidente iraní y también con el líder supremo de Irán, Ali Jamenei, la máxima autoridad del país. Y después mantuvo un encuentro con el secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Ali Akbar Ahmadian, y el presidente del Parlamento, Mohammed Ghalibaf. Unas reuniones con las que Irán ratificó, una vez más, su apoyo al movimiento islamista Hamás y a la causa de Palestina.

Por eso no es de extrañar que, tras el accidente de helicóptero, Hamás haya mostrado sus "sinceras condolencias" a Irán por lo ocurrido y haya destacado sus "posiciones honorables de apoyo a la causa palestina" y a la "lucha legítima" frente a Israel. Además, ha descrito lo sucedido como "un desafortunado accidente" y una "dolorosa tragedia".

"Confiamos en que la República Islámica de Irán será capaz, si Dios quiere, de superar las repercusiones de esta gran pérdida. El querido pueblo iraní tiene unas instituciones antiguas capaces de hacer frente a este grave calvario", ha concluido Hamás, según ha recogido el diario palestino 'Filastin'.

Precisamente, tras la muerte de Raisi el siguiente en la línea de sucesión era el primer vicepresidente Mohammad Mokhber, si así lo aprobaba el líder supremo de Irán, que es quien actúa como árbitro final de los asuntos internos y externos. Y Jamenei ya lo ha hecho.

Tras anunciar cinco días de luto público en un mensaje difundido por las agencias de noticias estatales de Irán, ha expresado sus condolencias por las muertes y ha confirmado que el primer vicepresidente de Irán dirige ahora el poder ejecutivo. "Está obligado a concertar con los jefes de los poderes legislativo y judicial la elección de un nuevo presidente en un plazo máximo de cincuenta días", ha recordado.

Y es que la Constitución iraní exige que los tres jefes de los poderes del gobierno (el vicepresidente, el presidente del parlamento y el jefe del poder judicial) organicen unas elecciones para elegir un nuevo líder dentro de los 50 días posteriores a que el vicepresidente asuma el papel de presidente en funciones.

TENSIONES CON ISRAEL

Pero además de por su apoyo a Hamás, las tensiones entre Irán e Israel han estado a flor de piel por otra razón: el intercambio de ataques que ambos países protagonizaron recientemente y que hicieron temer un estallido de un conflicto más allá de las fronteras de Oriente Medio.

Lo ocurrido sacó a la luz la guerra en la sombra que mantenían ambos países desde hace décadas, aunque finalmente fueron capaces de tender un "puente dorado" para devolver el conflicto a su lugar. Cabe recordar que el mes pasado Irán lanzó un ataque "sin precedentes" con drones y misiles contra Israel (su primer ataque directo contra el país) como respuesta al ataque aéreo israelí contra el consulado de Irán en Damasco, en el que murió un alto comandante de la Guardia Revolucionaria de élite de Irán (CGRI).

Israel contraatacó una semana después atacando objetivos en las afueras de la ciudad iraní de Isfahan, lanzando una respuesta mucho más pequeña y calibrada, lo que llevó a los expertos a concluir que el país no quería ir más allá con este conflicto.

Desde entonces los ataques directos entre Israel e Irán han cesado, aunque lo cierto es que la guerra por poderes continúa y las milicias respaldadas por Irán, como Hamás y Hezbollah, siguen luchando contra Israel.

DIVISIÓN INTERNA

Por otro lado, no se pueden olvidar los problemas internos que ha vivido Irán. El liderazgo de línea dura que ejercía Raisi logró resistir a la disidencia popular que ha tenido lugar en las calles, con manifestaciones de jóvenes contra el gobierno clerical y el empeoramiento de las condiciones económicas.

Las autoridades iraníes han lanzado una represión cada vez mayor contra la disidencia, una represión que según un reciente informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha dado lugar a numerosas violaciones de derechos humanos, algunas de las cuales equivalen a "crímenes contra la humanidad".

Las protestas han cesado, pero la oposición al liderazgo clerical sigue profundamente arraigada entre los iraníes, especialmente los jóvenes, que anhelan reformas, empleos y un alejamiento del régimen religioso, que consideran asfixiante.

Ahora el 'establishment' clerical de Irán, encabezado por Jamenei, debe encontrar un nuevo líder al que puedan brindar su apoyo en un contexto de intensa inseguridad regional y descontento interno.

Según Neil Wilson, analista jefe de mercado en markets.com, en un momento de "crecientes tensiones geopolíticas", lo ocurrido en Irán "no se puede ignorar por completo". "La cuestión es si Teherán empieza a hablar de la posible implicación de Israel o Estados Unidos en las muertes", dice este experto, que recuerda que Raisi era de "línea dura" y se pregunta si un nuevo líder podría adoptar una postura diferente. "No creo que vaya a haber mucha diferencia en términos de política exterior, por lo que sé de cómo se toman las decisiones en Teherán y de la situación general del país", remarca.

Desde Rabobank destacan que "aunque no hay indicios de juego sucio, desde luego no es lo ideal que altos cargos políticos iraníes se vean implicados en accidentes de helicóptero mientras las tensiones entre Israel e Irán se mantienen en un estado álgido". Además, los expertos del banco holandés se hacen eco de las informaciones que apuntan a que la muerte de Raisi "podría desencadenar una lucha por el poder en Irán, ya que era uno de los principales candidatos a convertirse en el sucesor del líder supremo Jamenei".

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