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Range Rover SVAutobiography, el más lujoso de los SUV

Range Rover SVAutobiography

Con la próxima llegada del SUV de Bentley y de Rolls-Royce, la competencia en la esfera de los modelos todo terreno exclusivos debería intensificarse más, pero, de momento, Land Rover domina ampliamente este segmento. De esta forma, con su último Range Rover de lujo, que se presenta como el más exclusivo y cómodo de la historia del fabricante, Land Rover redefine nuevos estándares.

Un V8 sobrealimentado de 550 caballos

Por primera vez, Range Rover ofrece un motor V8 sobrealimentado de 550 cv. Este modelo presenta igualmente una carrocería bi-ton de serie, una rejilla de calandra única e incluso unas letras específicas.

Los acostumbrados a los Rolls o a los Bentley no se verán desorientados por el habitáculo del nuevo Range Rover. Por ejemplo, los pedales y ciertas parte de la palanca de cambios, han sido concebidos en aluminio macizo.

Un mar de cuero en la parte trasera

El lujo se despliega también en la parte de atrás de este Range Rover SVAutobiography con un mar de cuero y un revestimiento en el suelo de mohair. Los asientos de los pasajeros son reclinables y disponen de tabletas desplegables motorizadas. Entre los asientos traseros, encontramos por otro lado un compartimento refrigerado.

Land Rover también ha pensado en los reposabrazos para un confort óptimo con un revestimiento de aluminio que encontramos en todo el habitáculo.

Una sorpresa en el maletero

Los amantes de Range Rover saben que se pueden beneficiar de su alerón de doble apertura para organizar picnics improvisados, sentados en altura al borde del maletero. Pero con este nuevo modelo, el fabricante ha ido todavía más lejos, ofreciendo asientos desmontables integrados que ha llamado Event Seating.

Concebidos en cuero de Windsor y con un marco de aluminio, estos dos asientos disponen también de reposapiés. Se pueden meter en una bolsa a medida cuando se ha terminado de contemplar la puesta de sol, en la parte trasera del vehículo, con una copa de champán frío en la mano.

Foto – Autocosmos