Bolsamania

Mario Balotelli, el rey del tuning

Os lo hemos venido contando en posts anteriores: la simbiosis entre coches de lujo y futbolistas funciona y atrae a la masa. En los últimos tiempos lo hemos comprobado con los actos de entrega de Audi a los jugadores del Real Madrid y del Barcelona, aunque hay casos bastante más impactantes. Imagino que lo habréis podido ver en los informativos de deportes de esta semana: en muchos espacios deportivos ha aparecido el coche camuflado de Mario Balotelli. Y es que el díscolo delantero del Manchester City se empeña en darle la razón a su entrenador. Roberto Mancini -criticado por sus planteamientos ultradefensivos- afirmó que el italiano tenía las condiciones para ser uno de los mejores del mundo (a la altura de Cristiano o Messi), pero que no entendía su trabajo. Si bien es complicado imaginar que Súper Mario llegue al nivel del argentino o el luso, sí que es evidente que no comprende su profesión. Yo diría, sin miedo a equivocarme, que Balotelli no entiende casi nada, vive en una realidad paralela.

Sólo hace falta ver en lo que ha convertido su coche. El ariete transalpino no ha tenido ningún reparo en gastarse la nada desdeñable cifra de 200000 euros para transformar su Bentley Continental GT en un vehículo en un engendro: su coche es ahora una suerte de coche del ejército, teñido de los colores marrón y verde y con una serie de elementos que le harían poder combatir en una guerra (el chaval es previsor). El resultado es horrendo. Imaginaos lo que haría un ‘cani’ forrado de pasta con su coche y multiplicadlo por cinco. Aún os quedaréis cortos. De todos modos, he de reconocer que a mí me parece un poco caro pagar ese dinero porque te pinten tu juguetito con colores de camuflaje (es curioso porque lo único que ha conseguido es sobresalir mucho más).

Poco margen de sorpresa le queda ya a Balotelli. Este verano me pareció especialmente surrealista la historia de su ex novia y su supuesto hijo. La chica en cuestión cuenta en una revista que ellos siguen enamorados y que el único culpable de su ruptura es el representante del jugador, el gran Mino Raiola (es agente de Ibrahimovic). Después, afirma que va a tener un hijo y que Mario se emocionó al conocer la noticia (durante la pasada Eurocopa). El delantero del City, ni corto ni perezoso, exige las pruebas de paternidad. Ignoro cómo habrá terminado este culebrón, pero seguiré muy atento a las nuevas peripecias de Balo…